
Lo hará de la mano de Ripley mediante formatos shop in shop (tienda que está dentro de otra tienda). El plan, en paralelo, es impulsar la juguetería mediante canales online.
Los años 80′ y 90′ fueron los de mayor gloria para las jugueterías en todo el mundo. Pero eso cambió en los últimos 25 años porque los niños comenzaron a demandar tecnología y videojuegos, por sobre bicicleta, pistas de autos, peluches o muñecas.
Tanto las grandes marcas (Mattel, Hasbro, Lego, entre otras) como las tiendas del rubro debieron sortear una serie de debacles económicas -con quiebras y cierre de sucursales incluida- pero han logrado reflotar y cautivar nuevamente a los niños.
Además, encontraron nuevos públicos objetivos: los coleccionistas y los adultos que, ahora con poder adquisitivo, se compran los juguetes que soñaron con tener en su infancia.
Y sin ir más lejos, la icónica cadena estadounidense Toys “R” Us ahora alista su arribo a Chile y espera estar operativa el último trimestre de este año.
De acuerdo a lo informado por Emol, la empresa se instalará en nuestro país de la mano de Ripley mediante formatos “shop in shop” (tienda que está dentro de otra tienda).
El plan, en paralelo, es impulsar la juguetería mediante canales online.
Los juguetes siguen “reviviendo”
El 2018 fue uno de los más complicados para la industria juguetera.
Ese año, incluso, Toys “R” Us se declaró en quiebra y liquidó sus operaciones en Estados Unidos.
Pero tres años después fue comprada por la firma WHP Global, impulsó presencia en más de 30 país y actualmente genera al menos US$ 2.000 millones en ventas.
Mattel, por su parte, sacó cuentas alegres en 2023 de la mano de la película Barbie: las ventas mundiales brutas de su categoría de muñecas llegaron a crecer un 27%; y Hot Wheels y Fisher-Price no se quedaron atrás.
En lo local, Otto Kraus, Rochet y Ansaldo fueron los paraísos de la fantasía infantil en los años 80′ y 90′. Actualmente, solo sobrevive esa última empresa, que ya suma más de 120 años en el mercado.
Village -que retornó en 2018 a 12 años de su quiebra- también fue parte la carrera juguetera, ya que además de esquelas, artículos de paquetería y tarjetas, sus vitrinas también lucían peluches y muñecas.