Con una ley Fintech ya aprobada, las firmas que proveen de servicios financieros y tecnología están expectantes frente a la implementación de un futuro sistema de open finance en el país, para que las personas sean dueñas de sus datos financieros. Esta semana es clave en su avance.
“Acá en Chile tenemos que definir de una vez por todas si somos pro-empresa o pro-mercado. Yo creo que es lo segundo”, dice el exministro de Hacienda Chileno, Ignacio Briones ante un foro de casi mil personas en Santiago.
Briones lanzó esta frase al recordar la discusión que se dio cuando el país tramitaba una ley Fintech, la que fue aprobada en octubre de 2022, después de apenas un año de tramitación, entrando en vigor en enero de 2023. Y es que la vieja pelea entre incumbentes y nuevos actores siempre viene en el contexto de romper con un statu quo.
Sus declaraciones fueron en el marco de la inauguración del Chile Fintech Forum 2024, un evento que reúne por dos días a los principales actores del mundo fintech chileno.
Hoy el sector tiene un nuevo desafío, que es poner en marcha el proyecto de Open Finance asociado a la ley fintech, que busca entregar la potestad de los datos financieros a las personas y no a las entidades bancarias. Una especie de cambio de juego en la forma en que se mira la propiedad de los datos.
La medida no es nueva, ya la han adoptado países como Reino Unido. En Latinoamérica hay un solo país que tiene este sistema funcionando: Brasil. México estuvo a punto de tenerlo y finalmente Banxico decidió en contra.
Hasta el momento, en Chile, este proyecto se está mostrando como una real revolución entre consumidores y la banca tradicional.
En su alocución, el exministro Briones destacó que la creación de la ley Fintech instaló la idea de mayor competencia al mercado bancario. “La banca no se opuso a este cambio, y eso creo que es bueno destacarlo. Participó del debate. Los que sí se opusieron, como siempre, y hasta el final, porque han bloqueado todo, es el retail financiero. Por suerte perdieron”, recalcó.
Briones comparó esa pelea pasada con lo que podría pasar a futuro con open finance, recordando la oposición de ciertos sectores.
Al revés, la clave para el éxito estará en la información y la capacidad de gestionarla, dijo el exministro.
“El sector financiero, el mundo financiero, todas sus aristas y productos, es un negocio de información. Eso se traduce después en ofrecer soluciones o productos financieros a pequeños, medianos, grandes, personas naturales. La gran diferencia de hoy respecto a hace veinte años es que podemos procesar esa información a bajo costo, y ahí están las empresas Fintech que, con pequeña escala, pero gente talentosa, buenos algoritmos, buena tecnología detrás, son capaces de ofrecer soluciones de manera muy eficiente”, expresó.
Para Briones lo que se viene en open finance es algo muy simple: dar vuelta el paradigma respecto a quién es el titular de la información, los bancos, las compañías de seguros, los intermediarios financieros, como ha sido tradicionalmente, o las personas, naturales y jurídicas.
“Si uno lo piensa en el negocio bancario en papel es tomar plata, prestar plata y ganarse una diferencia, y eso es cierto. Pero en el fondo, es un negocio de información. Ese es el negocio. Y la pregunta es si esa información va a estar alojada en un grupo acotado de incumbentes, o la vamos a abrir a nuevos actores que puedan desafiar a los incumbentes”, expresó el exministro.
PARTE DE LA LEY FINTECH
“Open Finance es una política de Estado que permite que las personas seamos los reales dueños de nuestra información y podamos entregársela independiente de quién la capturó, un banco o quien sea, podamos entregársela a otra institución para que nos haga una oferta de un producto financiero”, comenta a AméricaEconomía José Gabriel Carrasco, presidente de Fintech Chile.
“En Brasil hay grandes expositores como Nubank que decidió tomar la ley al pie e ir a ayudar a las personas. Nubank está jugando un partido hermoso en Brasil, y hay muchos aprendizajes de lo que están haciendo allá”, agrega.
Hoy el reglamento de open finance está contemplado dentro de la misma Ley Fintech, que contiene además el tema de open banking y de open data.
Y se están viviendo días cruciales para esto. Ya que de acuerdo con información de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), el miércoles 15 de mayo se cumple el plazo de la consulta pública de la norma de sistema de finanzas abiertas. Una vez concluida la consulta pública se trabaja en la emisión de la normativa definitiva, que sería en julio, de acuerdo con el cronograma de la ley Fintech.
Para Sebastián Salazar, CEO de ProntoPaga una Fintech recaudadora y dispersora de pagos, el resquemor que despierta el proyecto entre algunos actores del ecosistema es parte de la reticencia normal que pueden tener ciertas empresas o instituciones frente a avances tecnológicos.
“Es normal que estas dudas existan, pero las consultas y posteriormente reglamentos que está emitiendo la CMF responden precisamente esas dudas, ya que permite que los participantes e incumbentes ofrezcan sus planteamientos y observen los reglamentos en consulta y eventualmente la CMF los acoja”, explica a AméricaEconomía.
Según su visión, el sistema viene a regular como se comparten datos personales. “Por lo tanto, está bien que hagamos doble click todos quienes participamos de estos procesos de forma de proteger estos datos, que son de propiedad de las personas. En el tiempo, todos los incumbentes, se transformarán en participantes por efectos del mercado, así que independiente de la posición de rechazo o aceptación del sistema creo que todos se harán parte”, enfatiza el CEO.
En tanto que Jacob Levin, Business Development Manager para Latinoamérica de la plataforma que ofrece tanto el procesamiento de emisión de tarjetas de origen estadounidense Galileo, contar con una norma de open finance les va a ayudar en su gestión, “porque, justamente, la transparencia de datos y el posibilitar toda esta información a nuestros clientes o nuestros partners, obviamente nos hace el trabajo más fácil”, afirma.
Por ahora, es difícil conocer todo el impacto para empresas y personas, ya que solo está el caso brasileño. Aún así Levin ve sus beneficios de antemano.
“Sin duda, el proveer esta información a todos estos emisores con los que trabajamos y tenerla al alcance y tener esta información clara, concisa y segura, posibilita que nosotros podamos hacer la mensajería de datos y las implementaciones de nuestras plataformas de una manera mucho más ágil y sencilla”, agrega el vocero de Galileo.
Regresando a FinteChile, la asociación gremial está a gusto con esta regulación, porque, a contrapelo de la creencia popular sobre las fintechs, estas firmas no buscan menos reglas, sino que un ecosistema donde poder jugar con más innovación.
“Entonces, nosotros como FinTechs, como gremio, creemos que el más alto estándar de seguridad, estándar, es lo que debe aplicar. Nos da certezas a todos, nos da certezas a las personas, nos da certezas a las empresas. Y en esa medida, no innovamos en esa parte. La innovación sí o sí se tiene que centrar en la experiencia y eso propio de cada Fintech”, precisa.
De cara a contar con esta norma, el presidente de las fintechs chilenas piensa que van a ganar especialmente las personas.
“Y cuando ganan las personas, significa que tú estás logrando que compitan las empresas. Quienes compitan con propuestas de valor precarias, quienes compiten con ineficiencias en costos, siempre pierden (…) El punto es que, naturalmente, los que tienen esas ineficiencias, los que tienen esa posición más precaria en su propuesta de valor y tienen una abultada cantidad de clientes, se ponen en ciertas posiciones dominantes y no quieren que estos sistemas funcionen”, concluye Carrasco.