El avance, combinado con el freno en las importaciones provocó un crecimiento de 35,3% en el superávit comercial del sector, que se ha mantenido ya por nueve años; la cerveza, el tequila y el mezcal, el tomate y el aguacate se mantienen como los productos estrella en los envíos al exterior. 

Los ingredientes y alimentos mexicanos siguen de moda y, a pesar del estrés climático, el campo y la agroindustria nacionales mantienen al alza sus ventas al extranjero.

En 2023 las exportaciones mexicanas agroalimentarias (agropecuarias y agroindustriales) hilaron 14 años al alza y se incrementaron 3,9% a un récord de US$ 51.873 millones, de acuerdo con las cifras que recién actualizó este fin de semana el Banco de México.

La última vez que las exportaciones agroalimentarias nacionales tuvieron un retroceso fue en 2009, en medio de la recesión económica que desató en México y muchos otros países el estallido de la burbuja hipotecaria en Estados Unidos el año previo.

Por aquellos años México padecía un déficit comercial alimentario crónico. Entre 1993 (año más antiguo con cifras homologadas) y 2014, el país solo tuvo superávit en 1995.

En 2015, durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, la situación dio un vuelco y, desde entonces, el país ha registrado cada año saldos positivos y crecientes la mayor parte del tiempo.

El año pasado el superávit creció 35,3% a US$ 7.576 millones, con lo que se ensanchó luego de dos años de contracciones. El saldo es el tercer mayor en los nueve años al hilo que acumula estando en terreno positivo.

El crecimiento se logró al conjugarse el alza en las exportaciones y la contracción de las importaciones. El año pasado las compras externas bajaron 0,1% a US$ 44.297 millones.

Impulso industrial

En las exportaciones mexicanas de alimentos, la agroindustria tiene cada vez peso mayor. El año pasado, participó con 58% del total de exportaciones, cuatro puntos porcentuales más que hace una década. El resto corresponde al sector agropecuario.

No sorprende por ello que, en el top de productos más exportados por el sector alimentario mexicano, los mejores rankeados provengan de la agroindustria.

El líder sigue siendo la cerveza de malta, cuyos envíos crecieron en 2023 2,2% a un monto récord de US$ 6.163 millones. Le siguió el tequila y el mezcal, con US$ 4.428 millones (+1,6%).

El tomate, con US$ 3.047 millones (+13,5%); el aguacate, con US$ 3.030 millones (-8,8%); y los productos de panadería, con US$ 2.642 millones (+13%), completan el top cinco de productos exportados.

En cuanto a crecimiento, destacaron las exportaciones de ganado bovino, que se dispararon 63,1% a US$ 1.118 millones, así como las de aguas y refrescos, que saltaron 13,5% a US$ 1.130 millones y las de artículos de confitería, que subieron 12,1% a US$ 1.275 millones.

Granos, talón de Aquiles

Por el lado de las importaciones, la historia de 2023 reiteró una debilidad alimentaria añeja de México: su dependencia externa en granos básicos (aunque con matices).

El producto alimentario más importado sigue siendo el maíz amarillo (principalmente estadounidense). Las compras de este cereal crecieron 1,3% a un récord de US$ 5.872 millones.

Este avance se da en medio de la disputa comercial entre Estados Unidos y México por la prohibición del uso de maíz transgénico para la elaboración de masa y tortilla (aunque el grueso del grano importado por México se destina a la engorda de ganado).

El segundo producto más importado por México son las habas de soya, si bien las compras cayeron 11,5% a US$ 3.657 millones.

La carne de porcino, con adquisiciones por US$ 2.762 millones (+4.2%); el trigo, del que se compraron US$ 1.801 millones (-14.9%); y la carne y despojos de aves, con desembolsos por US$ 1.594 millones (-8,2%), completan el top cinco de importaciones.

Ganan terreno

El sector agroexportador ha contribuido a darle mayor diversidad a las fuentes de divisas de la economía mexicana y su peso en las exportaciones totales apunta al alza.

El año pasado, las exportaciones agroalimentarias representaron 8,7% de las exportaciones mexicanas de mercancías. La cuota es menor al récord de 9,4% de 2020 (atípico por la pandemia de Covid-19), pero superior al registro de hace una década, de 6,4%.