Según Sonami, esta decisión despojaría a la empresa de su “activo más importante en términos patrimoniales y de generación futura de ingresos fuera de la explotación”, deslizando que la oferta que estaría entretejiendo con Codelco no maximiza el valor del activo, perteneciente en su mayoría a la compañía Teck.
“La decisión de enajenar a Codelco el 10% de participación de Enami en el Proyecto Quebrada Blanca (QB), estimamos que significaría su cierre definitivo, cuestión que no permitiremos bajo ningún punto de vista”, son parte de las advertencias que hace la Sonami en una carta entregada al presidente Gabriel Boric.
Según se reveló a inicios de julio, la cuprífera estaría planteando comprar la participación de la Enami en el mencionado proyecto, para lo cual desembolsaría unos US$500 millones, dando un respiro a la estatal en medio de la crisis que atraviesa y potenciando más aún el papel de Codelco en el mercado del cobre.
Esta noticia ha conllevado las críticas de la asociación gremial, donde se han declarado en “estado de alerta” en caso de que llegara a concretarse la transacción del 10% de la propiedad de Enami en QB, resaltando la “falta de apoyo” que, dicen, ha sufrido la estatal, que hace algunos meses tuvo que paralizar las operaciones de la Fundición Paipote.
Según Sonami, esta decisión despojaría a la empresa de su “activo más importante en términos patrimoniales y de generación futura de ingresos fuera de la explotación”, deslizando que la oferta que estaría entretejiendo con Codelco no maximiza el valor del activo, perteneciente en su mayoría a la compañía Teck.
“Un acuerdo entre cuatro paredes carece de legitimidad, puesto que los acuerdos realizados sin la transparencia requerida generan todo tipo de dudas en el sector que representamos y en la opinión pública”, añade la misiva.
Desde las agrupaciones recalcaron cómo la Enami juega un papel relevante en la pequeña minería y el empleo de las comunidades donde se emplazan las faenas, asegurando que entre el 2008 y el 2015, los empleos anuales directos e indirectos en la Fundición Paipote alcanzaban poco más de 9 mil, siendo el 98% originarios de la zona.
Todo “en un mercado del trabajo regional que alcanza los 125 mil empleos”, significando un duro golpe para la economía local el cierre de las instalaciones.
Por todo aquello, más el alza en los costos que trajo esta decisión para los pequeños mineros, es que desde Sonami pidieron que el Gobierno diseñe un plan de capitalización que lleve a un crecimiento sostenible de la Enami.
También se detalla un aumento del nivel de extracción a las pequeñas mineras, por sobre las 5 mil toneladas actuales por mes; una diferenciación entre proyectos nuevos y faenas antiguas en los procedimientos de evaluación ambiental, además de la facilitación en el aumento de la capacidad de tratamiento en plantas productivas de al menos un 20%, en los próximos 5 años, por una vez.
“Como gremio nos interesa que se adopte una decidida acción para permitir y dinamizar el desarrollo de las faenas mineras e incrementar los volúmenes de producción, los que se encuentran estancados hace más de 15 años, y decisiones como la que motiva esta misiva no hacen más que acrecentar las dudas que impiden más y mejores emprendimientos en minería”, apuntaron.