La adhesión de estas empresas emergentes a marcos regulatorios más estrictos limitará mayores incentivos de costos y oportunidades y las expondrá a riesgos de implementación a medida que amplíen sus operaciones, indica en su análisis Moody's Ratings.
Las firmas de tecnología financiera (fintechs) y neobancos de América Latina han redoblado sus esfuerzos por ampliar sus bases de clientes, lo que creó un nuevo nivel de competencia con los bancos tradicionales.
El cambio gradual de las fintechs por fuentes de financiamiento estables y de bajo costo —al incentivar a sus clientes a realizar depósitos en el sistema bancario— es el punto de partida de su cambio de rumbo.
Así sostiene la firma Moody's ratings este viernes, en su estudio 'Scaled-up fintechs test their competitive edge as they shift into banking'
El reporte señala que esta es una tendencia que comenzó en Brasil (Ba2 positiva) y que ahora está atrayendo mucha atención en México (Baa2 estable).
"Si bien los modelos de negocio flexibles de las fintechs les brindan ciertas ventajas sobre los bancos tradicionales locales, su base de clientes en rápida expansión incrementará los costos operativos y regulatorios debido al aumento de tasas en la región", dice el estudio realizado por Ceres Lisboa, Rodrigo Marimon y Anita Meyer.
Entre los desafíos, se indica que la adhesión de estas empresas emergentes a marcos regulatorios más estrictos limitará mayores incentivos de costos y oportunidades y las expondrá a riesgos de implementación a medida que amplíen sus operaciones.
La creciente competencia con los bancos conlleva riesgos que afectarán la próxima fase de las fintechs. Las fintechs necesitan ampliar de manera efectiva sus estrategias y modelos de negocio, además de reforzar el fondeo para mantener la sostenibilidad del negocio y la creciente competencia con los bancos.
En muchos casos, esto les da acceso a la principal fuente de recursos de los bancos tradicionales. La creciente complejidad, la escala y las regulaciones plantean riesgos significativos que frenarán la próxima fase de las fintechs en la región.
La estricta supervisión regulatoria que acompaña el crecimiento y la diversificación también presentará desafíos, ya que requerirá un equilibrio entre el ajuste de las estrategias financieras y la preservación de las ventajas competitivas que han impulsado la expansión de las fintechs.
Las fintechs en diferentes etapas de desarrollo ejercen una presión significativa sobre los bancos tradicionales.
En México, los nuevos participantes compiten por los depósitos en segmentos tradicionalmente desatendidos. Los centros de innovación del sistema financiero mexicano deberán reducir los elevados costos vinculados a las
operaciones bancarias convencionales.
En caso de tener éxito, podrían alterar el prolongado dominio de las tasas de interés de los
bancos existentes.
Este enfoque refleja las estrategias implementadas por las fintechs brasileñas. Tras atraer a millones de clientes con productos introductorios, estas fintechs ahora se concentran en reforzar su acceso al fondeo minorista, con el objetivo de mantener su competitividad frente a los bancos consolidados, que poseen participaciones de mercado significativas y estables en depósitos
granulares de bajo costo.
Por su parte, los grandes bancos universales están haciendo un cambio más pronunciado hacia productos digitales en Brasil, lo que les permite atender segmentos de clientes desatendidos y clientes móviles, pero también está generando importantes mejoras —como una reducción de los costos operativos— en su base tradicional de productos, lo que repercute en su rentabilidad.
En Chile, Colombia y Perú, los bancos tradicionales les han dejado poco espacio a los nuevos participantes al
desarrollar plataformas digitales internas y asociaciones que retienen a los clientes en nichos de mercado, lo que también aumenta los costos de entrada de las empresas emergentes y consolida aún más su posición.
MÉXICO, EL PROXIMO HUB
El análisis de Moody's recalca que, a medida que se acelera la competencia, México se posiciona como el próximo centro regional de innovación de las fintechs
Las estructuras de bajo costo y los modelos de negocios flexibles de las fintechs son ventajas clave dentro del arraigado sistema financiero tradicional mexicano y su mercado crediticio de baja penetración. Las fintechs sin sucursales que captan depósitos están desafiando los supuestos previos de que las sucursales físicas y la presencia en todo el país eran necesarias para mantener un importante modelo de franquicias de depósitos en el país.
Además del otorgamiento de préstamos, estas operaciones totalmente en línea ahora ofrecen un nuevo producto en México: cuentas de depósito garantizadas por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB, Baa2 estable). Una cuenta de depósito que paga intereses garantizada por el IPAB ha demostrado ser atractiva para los consumidores, ya que suele ser su primer contacto con un producto de tipo bancario.
Además de las tarjetas de débito o crédito, esto significa que los clientes ahora tienen una experiencia mucho más tangible con las fintechs de la que han tenido antes con la banca tradicional.