La reforma de la Ley Minera podría hacer incrementar los ingresos del país y mejorar las condiciones en la minería, pero expertos critican que la falta de estrategia hace que todo parezca una mera campaña política.
235.000 hectáreas en Sonora se convirtieron el sábado pasado en reserva minera para la explotación de litio en México. "Lo que estamos haciendo ahora, guardadas las proporciones y en otro tiempo, es nacionalizar el litio para que no lo puedan explotar extranjeros ni de Rusia, de China, ni de Estados Unidos. El petróleo y el litio son de la nación, del pueblo de México”, dijo el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Con la firma del decreto de nacionalización del litio, AMLO da un paso más en la estrategia que ya había iniciado en agosto de 2022, con la creación de la empresa paraestatal LitioMx, que controlará la explotación del litio, y el anuncio del Plan Sonora, un proyecto integral que incluye la explotación, beneficio, aprovechamiento, administración, e incluso al control de cadenas de valor económicas del litio.
Según las estimaciones actuales, México podría tener 1,7 millones de toneladas de litio, aproximadamente el 2 por ciento de todo el planeta. Y, aunque se ha detectado litio en varios estados mexicanos, Sonora concentra prácticamente la totalidad de los recursos.
El doble régimen del litio
La nacionalización se ha decretado ahora, pero ya existen varias empresas privadas con concesiones para la explotación del litio. Según Fernanda Ballesteros, gestora país para México en el Natural Resource Governance Institute, esto da paso a un doble régimen. Por un lado, están las concesiones ya otorgadas que la Secretaría de Economía regula y vigila y, por el otro, la exploración y explotación posterior a la reforma que llevará a cabo el Estado, a través de una empresa estatal.
"México, como uno de los principales centros de manufactura automotriz, tiene esta opción de generar mayor valor a lo largo de la cadena de producción de litio, y no solo quedarse en la actividad extractiva”, dice la experta. Esta opción parecía abrirse con la creación de la empresa paraestatal LitioMx y la posibilidad de que esta se asocie con instituciones privadas. "Sin embargo, este último decreto se encasilla nuevamente en la actividad extractiva”, añade Ballesteros.
Esta es solo una de las muchas contradicciones y ambigüedades que expertos ven en la Ley Minera. "La realidad es que, al día de hoy, México no tiene ni la infraestructura ni las posibilidades para explotar y para utilizar el litio”, critica Viviana Patiño, investigadora del Programa de Regulación y Competencia del centro de pensamiento México Evalúa.
El objetivo es electoral
"En realidad, de lo que tendríamos que estar hablando, es de la estrategia de la movilidad y de cómo vamos a hacer para aprovechar lo que ya tenemos y para alcanzar el nivel de transición que necesitamos como país”, dice Patiño. Pero un diagnóstico o una estrategia sobre cómo se van a aprovechar esos recursos, no están a la vista.
Ambas expertas ven reflejada una cuestión de discurso en estas contradicciones y puntos abiertos que trae consigo la nueva regulación. "El objetivo es electoral”, dice Viviana Patiño. "Se trata de mantener el discurso de la administración sobre la nacionalización de bienes", prosigue Patiño, "lo que corresponde a la agenda populista del presidente."
Aunque, en esto también coinciden las expertas, la reforma podría abrir una ventana de oportunidades. "Es una gran oportunidad para mejorar la gobernanza del sector minero en México, que tiene muchas fallas y áreas de oportunidad”, dice Fernanda Ballesteros. "Pero sí parece haber poca claridad y certidumbre de cómo el Gobierno está planteando esta oportunidad.”