Con una producción de crudo estancada, la estatal emite cada vez más gases de efecto invernadero, especialmente metano, que es mucho más potente al propiciar el efecto invernadero.
Petróleos Mexicanos (Pemex) incrementó en 8% sus emisiones totales directas de gases de efecto invernadero según su último Informe de Sustentabilidad auditado, del 2021, en que reportó un total de 71.1 millones de toneladas de bióxido de carbono equivalente, cuando el año anterior sumó 65.8 millones de toneladas totales de estos gases.
Con ello, la petrolera del Estado mexicano acumuló tres ejercicios consecutivos de aumentos en este renglón, a pesar de los compromisos que el gobierno ha realizado en materia internacional para el combate al cambio climático.
En primer lugar, en 2021, el gobierno de México decidió durante la 26 Conferencia de las Naciones Unidas contra el Cambio Climático llevada a cabo en Glasgow, Escocia, adherirse al Compromiso Global de Metano, impulsado por los Estados Unidos y la Unión Europea, con el objetivo de reducir las emisiones globales de metano antropogénico en 30%, con respecto a los niveles registrados en el año 2020.
Esta meta se sumó al compromiso no condicionado (que se buscará independientemente de factores económicos, políticos, fenómenos naturales y posibles contingencias que otra índole que pudieran frenarlo o retrasarlo), establecido en la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), de reducir en 22% las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y 51% de las emisiones de carbono negro al año 2030 respecto al escenario tendencial propuesto en el año 2013 y en particular para el sector petróleo y gas, una reducción de un 14 por ciento.
Pero en 2018, con un total de 46.3 millones de toneladas de GEI, Pemex presentó una reducción de 6.2% en comparación con el año anterior. En adelante, el conteo de emisiones aumentó 3.7% para llegar a 48 millones de toneladas en 2019; en el 2020, dio un salto de 37%, al llegar a un total de 65.8 millones de toneladas, a las que en el último año se añadieron 5.3 millones de toneladas equivalentes en 2021.
"Las principales causas de estos incrementos fueron el bajo aprovechamiento de gas, particularmente en nuevos yacimientos, a fallas en sistemas de compresión en complejos procesadores de gas y a incrementos en las actividades de exploración y producción de petróleo crudo, así como de refinación”, explicó la empresa estatal respecto a los resultados del último reporte.
Respecto a la proporción de GEI emitidos en 2021 cerca del 68% de éstos correspondió a dióxido de carbono y un poco más del 32% a metano. El óxido nitroso representó el 0.04% del total de dichas emisiones.
Las emisiones de metano, que es cada vez más reconocido a nivel global como gas altamente nocivo en materia de cambio climático y que fue uno de los principales compromisos de la Cumbre de Glasgow, en 2017 fueron únicamente 22% del total; aumentaron a una proporción de 23% en 2018; a 27% en 2019, y a 30% en 2020, para que, en 2021, con casi una tercera parte de las emisiones totales de GEI, sumaran un total de 22.7 millones de toneladas de CO2 equivalente.
Por último, si se contrasta con el reporte de emisiones totales de GEI del 2020, el incremento habría sido de 32%, ya que el reporte anterior contempló únicamente 54 millones de toneladas, para el año de la pandemia, 11.8 millones de toneladas menos que las reportada en 2021 para ese año.
Y es que, explicó Pemex, en el reporte del 2020, las emisiones de GEI se aplicaron actualizaciones al inventario del año 2020 con el fin de incluir las emisiones provenientes de los autotanques y carrotanques bajo el control operativo de Pemex, así como corregir la consistencia entre la composición y los volúmenes desfogados en Pemex Exploración y Producción, como seguimiento a una No Conformidad generada en procesos de verificación a nivel centro de trabajo.