Expertos sostienen que el país sudamericano -pese a sus atrasos en la materia- todavía tendría ventajas al concentrar grandes reservas de litio. El Gobierno tendría listos los documentos que definen la Política Nacional del Litio, sin embargo, existirían dudas en el oficialismo sobre la colaboración público-privada que confirmó el presidente Gabriel Boric.

Los medios chilenos especulan desde hace días que el presidente Boric anunciaría por cadena televisiva probablemente mañana martes 18 una política nacional del litio y que lo haría desde el Salar de Atacama, un humedal de alto interés para la conservación ecológica, pero también vital desde hace 40 años en la extracción de litio, que hoy es explotado por dos grandes firmas, la chilena SQM y la estadounidense Albermarle.

El Gobierno reafirmó que incluirá al sector privado para colaborar con el Estado en la Política Nacional para explotar el litio, cuyos detalles se darán a conocer antes de que termine el mes de abril.

El Ejecutivo espera que la mayoría de las inversiones se concreten después del 2025, mientras expertos afirman que ya hay un “atraso” respecto a la búsqueda mundial de nuevas fuentes del mineral.

Actualmente, se han identificado en Chile 45 salares y 18 lagunas salinas, con un total de 18 depósitos con potencial de explotación, de acuerdo a los estudios preliminares de Sernageomin.

A nivel mundial, Chile concentra el 11% del total de reservas del mineral, después de Bolivia y Argentina, que presentan un 23,6% y 21,3%, respectivamente. Sobre la producción global, Chile tiene un 26% y solo es superado por Australia, con un 55% del total.

Atrasos, nudos y objetivos del Gobierno

Antes de que termine el mes de abril, dicen en el Gobierno, van a presentar los detalles de la anunciada Política Nacional del Litio, con los lineamientos principales de la estrategia para explotar el mineral.

Aunque el anuncio se ha ido postergando, el “documento madre” del anuncio ya estaría definido hace semanas, con una mirada respecto a aristas como transición tecnológica, los planes para el Salar de Atacama, además de la creación de una Empresa Nacional del Litio, enfocada en exploración y búsqueda de valor agregado.

Acá, sin embargo, es donde está la principal atención: y es que todavía es una interrogante qué rol se le va a asignar a esta empresa, que tendrá que colaborar directamente con los privados.

Así lo han reafirmado desde el Gobierno, donde incluso reconocen que el proceso legislativo puede ser complejo; y el ministro de Economía, Nicolás Grau, afirmó que la política se sustenta sin esta empresa, pero no sin los aportes del sector privado.

Si todo sale de acuerdo a lo planificado, la expectativa de La Moneda apunta a destrabar los principales nudos que hay en esta materia para abrir paso a un proceso “sostenido” de nuevas inversiones entre 2025 y 2030, sin un mayor impacto en la administración actual.

En el oficialismo hay algunos recelos respecto a la colaboración público-privada y muchos son contrarios a que pueda haber una “privatización”, aunque Cristián Tapia, diputado PPD y representante de la región de Atacama, cree que deben tener un rol central.

Aunque la demora en los anuncios se justificaría por razones “circunstanciales”, muchos consideran que Chile está más atrasado que sus competidores en materia de investigación y exploración.

“Todavía tenemos ventaja, pero no hay que quedarse estancado”, es lo que dijo Julietta Zamora, profesora de Geología de la UDD, quien advirtió que los altos precios que tiene el mineral en lo más reciente han impulsado a varios países a explorar nuevas fuentes.

A fines de marzo, el presidente Gabriel Boric confirmó que para avanzar en la exploración y explotación del litio, el Estado lo hará con la colaboración del sector privado.

Destacó que Chile tiene “la segunda reserva de litio más grande del mundo”.

“Nuestra tarea es convertirnos en el mediano plazo en el más grande productor de litio a escala planetaria”, afirmó en una carta que redactó a diario El País.