Según la analista Nuria Álvarez, esto se daría con el objetivo de facilitar la operación ante la posible reticencia de Sabadell con respecto a la fusión, para lo que BBVA utilizaría su exceso de capital, cifrado en unos US$ 3.320 millones.
La analista de Renta 4, Nuria Álvarez, no descarta la posibilidad de que BBVA financie parte de la fusión con Sabadell con un pago en efectivo, complementando el canje de acciones, lo que allanaría la consecución de la operación.
El pasado miércoles, BBVA anunció su oferta forma por Sabadell en la que propone un canje de 1 acción de nueva emisión de BBVA por cada 4,83 acciones de Sabadell, con una prima del 30% sobre el valor al que cotizaba Sabadell el pasado lunes, 29 de abril.
Esta oferta supone valorar a Sabadell en unos US$ 11.890 millones, siguiendo el precio al que actualmente cotiza BBVA de US$ 10,5 por título. A su vez, implica elevar a US$ 2,3 el valor de la acción en Sabadell -actualmente cotiza en los US$ 2 por título-, teniendo en cuenta la prima del 30%.
Siguiendo este canje, BBVA tendría que realizar una ampliación de capital de un 20% de su capitalización bursátil, puesto que tendría que emitir 1.126 millones de acciones.
Sin embargo, Álvarez no descarta que una parte de esta operación se financie finalmente a través de un pago en efectivo con el objetivo de facilitar la operación ante la posible reticencia de Sabadell con respecto a la fusión, para lo que BBVA utilizaría su exceso de capital, cifrado en unos US$ 3.320,8 millones.
De este exceso de capital, también saldrá la factura por los gastos de reestructuración -sin contabilizar otros costes derivados de las joint ventures-, que BBVA cifra en unos US$ 1.553 millones, o lo que es lo mismo, un impacto negativo de aproximadamente 30 puntos básicos sobre la ratio de capital CET1.
Pará Álvarez, este impacto de capital es "muy bajo" en una operación de estas características, algo que también señalan los analistas de HSBC, que considera que BBVA es muy optimista en este sentido, al contabilizar un múltiplo de 1,7 veces del total de costes de reestructuración, pese a que en fusiones anteriores este múltiplo se ha situado en el entorno de un múltiplo de 2 veces.
En cuanto al impacto de la operación para los accionistas, Álvarez ha comentado que, aunque a priori realizar una ampliación de capital por el 20% de capitalización podría tener un efectivo dilutivo sobre los tenedores de acciones anteriores a la emisión, el beneficio por acción (BPA) va a verse beneficiado por las ganancias que generaría la entidad conjunta, así como los ahorros de costes.
De hecho, BBVA estima que el BPA mejorará desde el primer año tras la fusión, alcanzando una mejora de alrededor del 3,5% una vez que se produzcan los ahorros de costes, que podrían ser unos US$ 910 millones, antes de impuestos. Adicionalmente, el valor en libros tangible por acción aumentaría en torno al 1% en la fecha de la fusión.
Para Álvarez, los ahorros de costes vendrán de gastos operativos (oficinas y personal), pero pueden ser incluso superiores a los estimados por BBVA. "Creo que, en esto, no nos han dicho todo. No hay sinergias de ingresos, pero igual tienen más ahorros de costes de lo que nos están diciendo. En la fusión entre CaixaBank y Bankia fueron superiores a los estimados en un primer momento", ha comentado.
OFERTA DE BBVA
La oferta que ha realizado BBVA, y que ya está valorando Banco Sabadell, propone la incorporación de tres miembros de Sabadell como consejeros no ejecutivo en el consejo de administración de BBVA. Además, uno de ellos sería propuesto como vicepresidente.
La entidad resultante de la fusión tendría una de sus sedes operativas del grupo en Cataluña, en concreto, en Sant Cugat (Barcelona) y la denominación social y marca serían las de BBVA, aunque podría mantenerse la marca de Banco Sabadell, de manera conjunta con la marca BBVA, en aquellas regiones o negocios en las que pueda tener un interés comercial relevante.
En cuanto a posibles ajustes de plantilla, BBVA indica que, en la integración de las mismas, se respetarían "en todo caso" los principios de competencia profesional y mérito, sin la adopción de medidas traumáticas o que afecten singularmente a los empleados con origen en una de las dos entidades.
En este sentido, señala que se constituirá un comité de integración con representantes de ambas organizaciones "con el fin de diseñar, con pleno respeto de la normativa de Derecho de la competencia, el mejor proceso de integración, buscando potenciar al máximo el talento existente en ambas entidades".
"El equipo directivo de la entidad resultante se conformaría con ejecutivos procedentes de ambos bancos, atendiendo a principios de competencia profesional y mérito, procurando guardar la proporcionalidad en función del peso relativo de los negocios", subraya.
ACTIVOS POR ENCIMA DEL BILLÓN DE DÓLARES
En la misiva, BBVA subraya que la combinación de ambas entidades daría lugar "al proyecto industrial más atractivo de la banca europea. En este sentido, destaca los beneficios de la fusión para ambas entidades, sus accionistas, empleados, clientes y las sociedades en las que operan".
BBVA asegura que la nueva entidad "se convertiría en una de las mayores y más sólidas entidades financieras en Europa, con activos totales por encima del billón de dólares y más de 100 millones de clientes a nivel mundial, con la ambición de ser el mayor banco por capitalización bursátil de la zona euro".
La entidad que preside Carlos Torres dice que "la mayor escala permitiría afrontar en mejores condiciones los retos estructurales del sector y llegar a un mayor número de clientes, abordando de forma eficiente las inversiones en transformación digital. La entidad combinada sería más sólida y eficiente, y un referente en el mercado por volumen de activos, créditos y depósitos".
Por otra parte, BBVA destaca el encaje estratégico y complementariedad de ambas compañías, siendo Banco Sabadell el referente en España en el segmento de empresas y, al igual que BBVA, una entidad líder en digitalización y sostenibilidad. Además, la presencia de Banco Sabadell en Reino Unido se sumaría a la escala global de BBVA y su liderazgo en México, Turquía y América del Sur.
La fusión quedaría sujeta a la obtención de las correspondientes autorizaciones o declaraciones de no oposición pertinentes de los supervisores competentes: el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, el Banco de España, el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP); y de las autoridades de defensa de la competencia con jurisdicción (en particular, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia).