El director ejecutivo de la Cinae afirma que varias empresas cerrarán tras la salida de su principal cliente al que proveen partes y piezas de vehículos.

En unas dos semanas la planta de General Motors de Ecuador, GM OBB, que funciona en Quito, dejará de operar y eso tendrá repercusiones en el sector automotor del país andino, tal vez no visibles para los clientes a corto plazo, pero sí para el encadenamiento de la industria local, específicamente para las empresas autopartistas que proveen de partes, piezas y accesorios a los vehículos que se ensamblan en Ecuador, analiza David Molina, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae).

Esto, porque los vehículos que produce la planta de GM en Ecuador actualmente representan el 51% de la participación de los vehículos ensamblados por marcas y estos vehículos deben contar con el 19% de componente nacional.

¿QUÉ VA A PASAR A PARTIR DE SEPTIEMBRE CON LA SALIDA DE GM OBB DE ECUADOR?

De acuerdo con Molina, a corto plazo, no mucho, por lo menos hasta finales de año. Asegura que la producción de la planta generará un inventario que le permita ir comercializando esos vehículos a lo largo de lo que resta del año.

La planta GM OBB produce la camioneta Chevrolet D-Max, que es el vehículo más vendido del Ecuador.

Lo dicho por Molina fue confirmado por General Motors, Juan Carlos Landázuri, director de Manufactura GM OBB del Ecuador, asegura que el plan de producción de la planta de enero a septiembre contempla producir cerca de 8.200 unidades para abastecer la demanda del mercado durante todo 2024 y posiblemente inicios de 2025.

Sin embargo, el vocero de la Cinae señala que junto con el cierre de la planta de GM, algunas empresas autopartistas también han anunciado el cese de sus operaciones.

“En marketshop no vamos a ver un cambio significativo, al menos en los primeros meses, lo que sí vamos a ver es el cierre de la producción y por tanto el cierre de algunas empresas que están anunciando también el cierre de operaciones”.

Molina asegura que no está autorizado aún para revelar el nombre de estas empresas.

Sin embargo, dice que la situación de la industria en general es compleja, asegura que el comportamiento del mercado no ayuda y que las ventas en lo que va del año han caído en el orden del 20% y que se estima que para el cierre de 2024 las ventas no superen las 110.000 unidades en total, comparadas con las 132.000 que se comercializaron en 2023, a lo que se debe sumar el impacto de la salida de la ensambladora GM OBB del mercado nacional.

De todas maneras existen propuestas del sector automotor para buscar sostener al sector de las autopartes, una de estas es la creación de un clúster. Sin embargo, Molina reconoce que “es una propuesta que está ahí en construcción con el Gobierno, pero se ha avanzado muy poco todavía”.

La idea es que se incentive la incorporación de partes locales a través de la reducción del impuesto a los consumos especiales (ICE).

“Eso puede ayudar muchísimo, hemos presentado ya algunos números, estamos todavía construyendo esos escenarios para volverlo viable, todavía eso está en construcción y es una alternativa que nosotros lo vemos viable e incluso para insertar e incorporar en los vehículos importados ciertos accesorios y puedan tener este beneficio”, resalta.