Un estudio enfocado en 340 startups financiadas y un mercado de US$ 8.000 millones, estima que el ecosistema de tecnología profunda en América Latina y el Caribe crecerá 20 veces más en la próxima década. También destaca a Chile como el ecosistema Deep Tech más valioso de la región.
El reporte “Deep Tech, La Nueva Ola”, que dimensiona y analiza el ecosistema de innovación en América Latina y el Caribe (ALC), identificó a 340 startups que han obtenido inversión institucional y que se encuentran distribuidas en 14 países de la región.
Las empresas de Deep Tech son aquellas basadas en avances científicos e innovaciones de ingeniería significativas. Estas Las startups dafrontan riesgos tecnológicos importantes e incurren en esfuerzos sustanciales de investigación y desarrollo (I+D). Además, la innovación de Deep Tech es fundamental para abordar de manera efectiva los grandes desafíos de la humanidad.
Las startups analizadas en el estudio — que obtuvieron financiamiento por US$ 2.000 millones, proveniente de 65 fondos y aceleradoras Deep Tech de ALC — conforman un ecosistema de US$ 8.000 millones y generan más de 10.000 puestos de trabajo. El valor del ecosistema, según el informe que ha contado con el impulso de BID Lab, AIR Capital, CITES, Deloitte, Draper Cygnus, The Ganesha Lab, GridX y Lab+, es un dato refleja el potencial y la solidez del sector, que se espera que continúe avanzando de manera exponencial en los próximos años.
“Con este reporte mostramos que Deep Tech abre nuevas avenidas de crecimiento, permite crear nuevas industrias, expande las posibilidades de inclusión y nos posibilita reducir drásticamente nuestra huella ambiental”, afirma Ignacio Peña, Fundador de Surfing Tsunamis y autor del estudio.
Se calcula que, a partir del aprovechamiento de las capacidades de la Inteligencia Artificial (IA), la región puede aumentar a US$ 100.000 millones sus exportaciones anuales de servicios basados en conocimiento y que el PBI se puede incrementar un 4% gracias a los aportes del I+D privado.
“Deep Tech no es para una élite. Es fundamental entender su influencia en el desarrollo de soluciones para mejorar la vida de millones en situación vulnerable”, afirma Irene Arias Hofman CEO de BID Lab.
En la actualidad, el 61% de las startups se concentran en biotecnología y el 11% en inteligencia artificial. Sin embargo, están surgiendo startups en otros sectores como en nanotecnología (6%), tecnología limpia (5%), espacio (4%), movilidad avanzada (4%), robótica (2%), fabricación avanzada (2%), salud tecnológica (2%) y materiales avanzados (1%).
Se espera que la biotecnología siga siendo un campo prominente debido a sus conexiones con la alimentación y la agricultura, la disponibilidad de biodiversidad y la abundancia de profesionales talentosos. Sin embargo, por los avances y la disminución de los costos en plataformas clave como cohetes reutilizables, IA, automóviles autónomos, paneles solares y robótica humanoides es muy probable que fomenten un mayor crecimiento y diversificación en varias tecnologías, al hacer que estas tecnologías sean más accesibles y factibles para las startups de los países de Latinoamérica.
EL CASO DE ÉXITO EN CHILE
Chile cuenta con el ecosistema de Deep Tech más valioso de la región, con 65 startups (19%) que han recibido financiamiento de capital de riesgo. En conjunto, tienen un valor de US$ 2.000 millones, 25% del valor total del ecosistema regional. Chile también se destaca por su alta densidad de startups en ALC, con 3,4 startups por cada millón de habitantes.
La startup de Deep Tech más exitosa del país es la reconocida NotCo, que utiliza inteligencia artificial para crear alimentos a base de plantas. Además, se estima que otras dos compañías tienen un valor de más de US$ 100 millones, y 18 startups tienen un valor entre US$ 10 millones y US$ 100 millones.
Si bien las startups de biotecnología dominan en términos de cantidad, representando más del 50% del total, la inteligencia artificial lidera en términos de valor, en gran parte debido al rápido crecimiento de NotCo.
Chile cuenta con la presencia de varios fondos de inversión activos, como The Ganesha Lab y Zentynel, ambos con sede en Santiago. Estos fondos no solo han impulsado el crecimiento de las startups locales, sino que también han mejorado su reconocimiento internacional. En consecuencia, más de 20 fondos internacionales se han sentido atraídos para invertir en el país.