Guía práctica para construir pequeñas empresas resilientes a futuro.
Por Daniel Acosta, Vicepresidente Commercial, Mastercard LAC
Las PyMEs tienen un gran impacto en la economía mundial. Representan el 90% de todas las empresas, emplean prácticamente al 70% de los trabajadores de todo el mundo y generan hasta la mitad del PIB. Por su volumen de operaciones, pero también por su naturaleza innovadora y resiliente, desempeñan un papel clave en la recuperación de la economía post-pandemia. Pero necesitan ayuda.
Este es el momento de apuntalarlas con medidas estructurales, porque de la construcción de un entramado más fluido y mejor conectado depende buena parte de los 600 millones de puestos de trabajo que se estiman necesarios para reducir la pobreza hacia el 2030.
El Centro de Políticas para la Economía Digital de Mastercard y la consultora global Kearney se asociaron para estudiar de qué modo las administraciones y el sector privado pueden ayudar a las pequeñas y medianas empresas a recibir pagos de manera rápida y sencilla, a obtener el capital que les permita crecer a largo plazo y a digitalizarse de un modo seguro para participar en el cada vez más extenso ecosistema de negocios en línea.
El resultado es el informe Reinvención de las Ayudas a Pequeñas Empresas, que es una guía de buenas prácticas diseñada para establecer los términos de esa ayuda. El documento se centra en las PyMEs que operan bajo el modelo “negocio a negocio” (B2B) -por su volumen de pagos y por la cantidad de personas que emplean- y propone una acción en dos frentes: políticas públicas razonables e innovación tecnológica del sector privado.
8 formas de apoyar a las PyMEs
En Mastercard, llevamos años trabajando en la inclusión digital de aquellas empresas que quedaban al margen, pero COVID-19 aceleró la conversión. En este momento, la prioridad es crear alianzas con administraciones, bancos y socios de confianza para democratizar el acceso a las soluciones que históricamente pertenecían al ámbito de las grandes empresas.
A partir de las conversaciones que mantuvimos con propietarios de pequeñas empresas, funcionarios de la administración y organizaciones multilaterales para realizar el informe, establecimos ocho prioridades.
1-Garantizar la estabilidad continua del capital ofreciendo soluciones que alivien la carga del flujo de caja (77% de las PyMEs sufre retrasos en los pagos de las grandes empresas, y 64% arrastra impagos durante más de 60 días).
2-Eliminar las barreras que obstaculizan la capacidad de recibir capital de los negocios liderados por mujeres o minorías haciendo que los ID sean más accesibles y permitiendo otros tipos de garantías.
3-Facilitar el acceso a financiación y recursos a las PyMEs que operan con el modelo “negocio a negocio” para mejorar sus competencias digitales mediante el desarrollo de herramientas que sustituyan los métodos de venta presencial y ofreciendo asistencia para su digitalización.
4-Garantizar y proteger el entorno operativo de las PyMEs en términos de ciberseguridad, confianza y transparencia.
5-Promover el conocimiento de las herramientas financieras y digitales de las que pueden beneficiarse las PyMEs que operan con el modelo “negocio a negocio” y los recursos de los que disponen.
6-Facilitar las colaboraciones entre los ecosistemas privados, financieros y no gubernamentales para ofrecer asistencia a la gestión del flujo de caja, capital o servicios digitales a las PyMEs que operan con el modelo “negocio a negocio”.
7-Mejorar la recopilación, análisis y disponibilidad de los datos de las PyMEs que operan con el modelo “negocio a negocio” para las administraciones y las propias PyMEs que quieren expandir sus bases de clientes.
8-Liderar la aplicación de buenas prácticas, mediante -por ejemplo- la incorporación de la digitalización de los pagos y las facturas, lo que aumenta la credibilidad de las empresas emergentes.
El objetivo de estas medidas es fortalecer a las PyMEs para fomentar su autosuficiencia a largo plazo. Creemos en la capacidad de reinvención de los emprendimientos y las pequeñas empresas, y encontramos que su recuperación no es solamente vital para la economía mundial sino también ejemplar. Impulsar estas alianzas entre los distintos sectores es nuestra manera de apostar por la resiliencia de los emprendimientos (tanto comerciales como personales) que la pandemia puso a prueba.