El presidente y CEO de Boeing, Dennis Muilenburg, sostuvo que la firma no se comunicó “claramente” con los reguladores y clientes, pero defendió la estrategia de ingeniería y diseño del software de control de vuelo que está en el centro de las investigaciones.
París.- El presidente ejecutivo de Boeing dijo este domingo que el fabricante de aviones estadounidense cometió un error al implementar un defectuoso sistema de advertencia en la cabina de su modelo 737 MAX, y predijo que le tomará tiempo reconstruir la confianza de los clientes tras dos accidentes fatales.
El presidente y CEO de Boeing, Dennis Muilenburg, sostuvo que la firma no se comunicó “claramente” con los reguladores y clientes, pero defendió la estrategia de ingeniería y diseño del software de control de vuelo que está en el centro de las investigaciones por los accidentes que generaron la puesta a tierra a nivel mundial del avión.
Muilenburg reconoció que la compañía cometió un error al no notificar a reguladores y clientes los problemas que presentaba la luz de advertencia en la cabina de su avión 737 MAX, pero aseguró que esta falla ya ha sido revisada por los reguladores globales.
El directivo, quien ha sido cuestionado por el diseño del MAX y por el manejo de la crisis al mando de Boeing, reveló también que “estamos viendo con el tiempo cada vez más convergencia entre los reguladores” sobre cuándo debería volver a operar el avión.
Muilenburg espera que el MAX vuelva a volar este año y destacó que el 90% de los clientes ha participado en las sesiones de simulador con su actualizado software MCAS (Sistema de Aumento de las Características de Maniobra, por sus siglas en inglés), en momentos en que la compañía prepara un vuelo de certificación con los reguladores.
Al ser consultado cómo se falló en la detección de las aparentes fallas del software MCAS, Muilenburg dijo: “Claramente podemos hacer mejoras. Eso lo entendemos. Haremos esas mejoras”.
Los comentarios de Muilenburg, que se producen en la víspera del Salón Aeronáutico de París, destacan los esfuerzos de Boeing por mostrar un tono diferente al expresado los días posteriores al accidente del avión de Lion Air ocurrido en octubre, cuando planteó dudas sobre la capacidad del piloto y el mantenimiento de la aeronave.