La iniciativa levantó una gran controversia en Chile, donde se debaten las externalidades medioambientales negativas que tendría el proyecto, versus la necesidad energética que actualmente tiene el país.
Santiago. Autoridades ambientales de Chile aprobaron este lunes la construcción de un megacomplejo hidroeléctrico considerado positivo por el gobierno para combatir la estrechez energética del país, pero atacado por ecologistas que prometen bloquear el proyecto en tribunales.
La comisión gubernamental Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) acordó con 11 votos a favor y una abstención el desarrollo de HidroAysén, una sociedad entre las mayores generadoras del país, Endesa Chile y Colbún, que contempla la construcción de cinco centrales que demandarán una inversión de unos 3.500 millones de dólares.
Sin embargo, las autoridades establecieron algunas condiciones para mitigar algunos efectos en la zona, especialmente los de carácter social.
Las centrales estarán ubicadas en la sureña región de Aysén y producirán 2.750 megavatios en total (con una inversión de US$3.200 millones), lo que convierte a este proyecto hidroeléctrico en el de mayor envergadura en Chile.
La empresa espera este año someter a la evaluación ambiental el proyecto para construir la extensa línea de transmisión que llevará la energía de las centrales, en la exótica patagonia chilena, hasta la zona central del país.
Antes de la votación, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, dejó en claro la postura del gobierno al afirmar que "para el país sería bueno" el desarrollo de HidroAysén.
La aprobación se produjo en medio de un tenso clima en las afueras de la sede de la entidad ambiental, en la ciudad de Coyhaique, donde unos 300 manifestantes se agolparon con banderas negras en rechazo a una patagonia con represas y protagonizaron escaramuzas con la policía.
Pasos que vienen. Los opositores al proyecto todavía pueden intentar bloquear su desarrollo en instancias administrativas, como el pronunciamiento del Consejo de Ministros, o a nivel judicial, con una demanda en el máximo tribunal chileno.
Ahora, la empresa deberá enfrentar el proceso de aprobación de la línea de transmisión, el que puede ser tan complejo y extenso en su tramitación por el impacto visual y altos costos asociados a su desarrollo.
Grupos ecologistas locales y foráneos han mantenido una férrea campaña contra la edificación del proyecto en la remota zona, alegando que depredaría el ecosistema y afectaría su potencial turístico.
Eso contrasta con la intención del Gobierno de aprovechar las ventajas hídricas de la nación sudamericana para suplir buena parte de las necesidades de suministro debido al pujante crecimiento de la economía local.
En 2014, la compañía evaluará si tiene viabilidad económica el proyecto y si incluye nuevos socios.
De mantenerse el cronograma, la primera de las centrales entraría en operación en 2019 y para el 2025 ya estaría funcionando todo el complejo.
En la jornada del lunes, los títulos de las generadoras accionistas de HidroAysén brillaron en la Bolsa de Comercio de Santiago, con destacado volumen de negocios, por las perspectivas de aprobación de la iniciativa.
Las acciones de Endesa Chile ganaron 1,3% a 892 pesos (US$1,90), mientras que su socia Colbún subieron 0,85% a 143,10 pesos (US$0,30).