Bernardo Larraín Matte, titular de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), se refirió a la colusión de Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC), empresa a la que está ligada a través del grupo controlador, como un "hecho gravísimo" que lo hace sentir "avergonzado y triste".
Santiago. El presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Bernardo Larraín Matte, pidió disculpas a título personal por la colusión de Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC), declarando que se siente “avergonzado” por el hecho.
Lo anterior se da en el contexto de la resolución de la Corte Suprema que se dio a conocer esta semana, donde se resolvió quitar la delación compensada otorgada a la CMPC.
El hecho ocurrió luego de que SCA, empresa que también estuvo involucrada en la colusión, acusara a La Papelera de haber coaccionado a SCA para participar en el cartel, motivo que llevó al Máximo Tribunal a condenar con una multa de US$15 millones a cada una de las empresas.
A raíz de estos recientes hechos es que Larraín Matte señaló que “como (…) integrante del grupo empresarial, a pesar de que mis responsabilidades han estado en otras dimensiones, pido perdón”, detalló el empresario a Diario Financiero.
De esta forma es que el empresario se disculpó por la colusión del papel tissue que involucró a CMPC Tissue, filial de la empresa ligada a su familia y en la que fue director algunos años.
Asimismo, explicó que “son hechos gravísimos, me hacen sentir avergonzado, también triste, y cada vez que se activa el tema, esa vergüenza y tristeza por el dolor causado se reactiva”.
“Fui director y soy parte del grupo controlador. Siempre me paro en el debate con toda mi historia personal, familiar y empresarial y con luces que me hacen sentir orgulloso, con errores gravísimos, que me hacen sentir avergonzado”, sostuvo.
Asimismo, agregó que no cree en aquellas “personas o instituciones que no declaran nunca equivocarse, que se presentan como garantes de la corrección o perfecciones caminantes”.
“Yo les asigno más valor a las personas que por sus virtudes y errores se paran en el debate público sin ningún complejo. Más aún, en esta encrucijada moralista de que unos se pueden parar y otros no se pueden parar”, aseguró.