El presidente Lenín Moreno firmó un decreto autorizando el diseño, la construcción y operación de la nueva refinería, que prevé una inversión de US$6.000 millones, lo que abre un proceso de selección de empresas privadas que asuman el riesgo del proyecto.
Quito. Ecuador evaluará la capacidad técnica y económica de empresas privadas interesadas en construir una nueva refinería de hasta 300.000 barriles diarios (bpd) en la zona costera del país, para luego seleccionar el proyecto que mejopr cumpla con las condiciones del gobierno, dijo este martes un funcionario.
El presidente Lenín Moreno firmó un decreto autorizando el diseño, la construcción y operación de la nueva refinería, lo que abre un proceso de selección de empresas privadas que asuman el riesgo total del proyecto.
“Es una inversión privada, en donde declarado de interés nacional, el inversionista puede presentar un proyecto para hacer la refinería del país”, explicó el ministro de Energía y Recursos Naturales No Renovables, Carlos Pérez, a periodistas.
“No es un concurso, es una inversión privada (...) es un negocio y a cuenta y riesgo de un inversionista”, agregó.
Las autoridades prevén una inversión de unos US$6.000 millones, pero dependerá del diseño técnico de la planta.
El proyecto incluye algunas condiciones como que la planta sea de alta conversión para procesar crudos pesados y la obligación de vender derivados a Ecuador a precios de Golfo de México para ahorrar el transporte, explicó Pérez.
Además, Ecuador no se compromete a vender directamente su crudo a la nueva refinería.
El Gobierno ha dicho que la construcción de una nueva refinería no implicará el cierre definitivo de la actual planta refinadora Esmeraldas, de 110.000 bpd de capacidad, que ha presentado graves fallas técnicas en su operación.
El objetivo de Moreno será concesionar el sistema de procesamiento de crudo de la refinería Esmeraldas a un operador privado, debido a problemas de contaminación ambiental en la zona de influencia de la planta.