El nuevo presidente del Novo Banco -entidad creada con los activos saludables del Banco Espírito Santo- ya ocupó puestos de alta responsabilidad en firmas como el Santander, donde pasó la mayor parte de su carrera profesional, o el Lloyds.
Eduardo Stock de Cunha, de 51 años y con cerca de tres décadas de experiencia en el sector de la banca, es el elegido por el supervisor luso para dirigir el Novo Banco, según informaron este domingo a EFE fuentes bancarias.
A falta de confirmación oficial por parte del Banco de Portugal -que se espera para este domingo mismo-, Stock de Cunha es el escogido para suplir a su actual máximo responsable, Vítor Bento, quien anunció este sábado su renuncia junto a dos de sus colaboradores más cercanos.
El nuevo presidente del Novo Banco -entidad creada con los activos saludables del Banco Espírito Santo- ya ocupó puestos de alta responsabilidad en firmas como el Santander, donde pasó la mayor parte de su carrera profesional, o el Lloyds.
El banco central luso deberá confirmar su elección y los nombres de quienes lo acompañen en su misión, ya que también anunciaron su marcha el vicepresidente, José Honório y el administrador financiero, Joao Moreira Rato.
La nueva administración tendrá el mandato expreso de conducir la entidad hasta su venta en el plazo más breve posible.
Fue precisamente la decisión de colocar en el mercado cuanto antes el Novo Banco el motivo principal que llevó al anterior presidente y su equipo a renunciar, ya que ellos abogaban por un proyecto a medio plazo para renovar la entidad y revalorizarla antes de buscar comprador.
Vítor Bento asumió el cargo el 14 de julio, y tres semanas después el Banco de Portugal decidió intervenir el BES -debido a las multimillonarias pérdidas que acumula- y dividirlo en dos: una parte que gestionaría los activos saludables, llamada "Novo Banco" y que quedó bajo su dirección, y otra con los tóxicos que conserva la marca original.
Para lanzar esta nueva entidad se recurrió al llamado Fondo de Resolución, un instrumento creado a instancias de la UE para resolver crisis bancarias y que está participado por el sector financiero de cada país.
Sin embargo, este Fondo todavía no cuenta con suficientes recursos, por lo que de los 4.900 millones de euros que costó su recapitalización, 3.900 fueron otorgados por el Estado luso a través de un crédito que tendrá que ser devuelto en menos de dos años independientemente de los ingresos que finalmente genere la venta del Novo Banco.
El cambio de administradores, que se produce apenas dos meses después de que Bento y su equipo llegasen a la cúpula del BES, refleja además un claro cambio de perfil. Los años en el sector bancario de Stock de Cunha contrastan con la falta de experiencia del ya ex presidente de la entidad, quien sin embargo era considerado un prestigioso economista en su país.
Eduardo Stock de Cunha, que también estudió Economía en la Universidad y cursó un MBA, entró en el Santander en 1993 y acompañó su expansión en Portugal, donde compró el Totta, tras lo que fue enviado como directivo a su división estadounidense, el Sovereign Bank.
Dejó el grupo español en 2013 y desde entonces se encontraba en el británico Lloyds, dirigido por otro portugués, António Horta Osório.