Los aranceles serían un golpe adicional en un momento en que los fabricantes luchan contra un bache de la industria automovilística, particularmente en el importante mercado chino, y se enfrentan a la necesidad de aumentar la inversión en vehículos eléctricos.
Milán. Las plazas de renta variable han celebrado la tregua comercial entre China y Estados Unidos con euforia y máximos históricos, pero las acciones de la industria de automóviles europea siguen sufriendo, reflejando la tensión a la que está sometida la industria y el temor a que Europa sea el próximo blanco del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
No hay escasez de temas que podrían desencadenar una nueva disputa comercial entre el continente y Estados Unidos, desde los planes de un impuesto a las grandes empresas digitales como Amazon y Facebook y los subsidios para Airbus, hasta la participación de Huawei de China en la construcción de redes 5G y las diferentes estrategias para abordar el programa nuclear de Irán.
La industria del automóvil parece particularmente vulnerable, y la reunión de esta semana de los líderes mundiales en Davos le dio a Trump otra ocasión para amenazar con un arancel del 25% sobre las importaciones de automóviles de la Unión Europea si el bloque no llega a un acuerdo comercial.
Los aranceles serían un golpe adicional en un momento en que los fabricantes luchan contra un bache de la industria automovilística, particularmente en el importante mercado chino, y se enfrentan a la necesidad de aumentar la inversión en vehículos eléctricos mientras más países dan pasos para prohibir eventualmente los motores de combustión.
El jueves, las acciones de automóviles estuvieron entre las principales caídas en Europa, con una caída del 2%, lo que las convertía en los peores resultados sectoriales en lo que va de 2020. El viernes el sector recuperaba un 0,45% de su capitalización en bolsa.
El año pasado, cayeron un 17%, mientras que el índice general europeo Stoxx 600 tuvo su mejor año en una década con una subida del 23%.
Desde finales del año pasado, las acciones de fabricantes de automóviles también han mostrado una evolución distinta a la del índice alemán DAX —el selectivo bursátil de la mayor economía europea, con mucho peso en la exportación— cayendo a un mínimo de 10 años en relación con dicho índice.