La iniciativa Telefood Emergencia 2010 de la FAO ha beneficiado a agricultores y productores de las zonas afectadas por el terremoto y maremoto de febrero pasado, financiando micro-proyectos para producir más y mejores alimentos.

Santiago. A un año del terremoto, la representación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en Chile ha desarrollado una serie de pequeños proyectos para recuperar las capacidades productivas de agricultores de pequeña escala.

“Sabíamos que era una necesidad imperiosa el apoyar a las familias de más escasos recursos para que pudiesen recuperar su capacidad productiva, por eso nos decidimos a actuar rápido y poner a disposición fondos extraordinarios de la campaña Telefood”, comentó el representante de la FAO en Chile, Alan Bojanic.

El fondo concursable del programa Telefood financia micro-proyectos destinados ayudar a grupos de familias y comunidades pobres a producir más y mejores alimentos, como también generar una fuente de ingresos.

Si bien la escala y los costos de dichos proyectos son pequeños -no más de US$10.000 cada uno- consiguen marcar la diferencia en la vida de sus beneficiarios. Para apoyar las labores de reconstrucción de la agricultura, se benefició directamente a los agricultores, permitiendo que familias enteras recobraran su capacidad y autonomía productiva.

Huertos, papas y producción ecológica. Para responder a la gran necesidad que se generó en el sector agrícola del país luego del terremoto, la representación de la FAO en Chile se enfocó en las zonas más afectadas por el terremoto y maremoto en las regiones del Maule, Bio-Bio y O’Higgins.

Los proyectos incluyeron un huerto comunitario en la comuna de Empedrado en la Región del Maule, la multiplicación de variedades locales de papa y trigo bajo sistema de cultivo orgánico, en la comuna de El Carmen, Región del Bío Bío y el cultivo de papas de altura y huertas caseras para reactivar la actividad agrícola en la localidad de Coliumo, en comuna de Tomé.

También se apoyó la producción ecológica de hortalizas frescas con sello de calidad en la comuna de Portezuelo, en la Región del Bío Bío, y se introdujeron variedades de forraje para alimentar ganado ovino en la comuna de Navidad de la Región de O´Higgins.

“Los cinco proyectos benefician directamente a las familias que participan de ellos, y pueden hacer una gran diferencia en la vida diaria de las personas, especialmente en tiempos de gran necesidad” explicó Bojanic.

Para asegurar un mayor impacto en los proyectos, se buscó una alianza interagencial con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, logrando un mayor apoyo al combinar el Programa de Pequeños Subsidios de PNUD con el Programa Telefood de la FAO.

Proyectos Telefood en Chile. La campaña TeleFood no es nueva en Chile y ya hay experiencias en distintas partes del país. Por ejemplo, en la Región de la Araucanía se construyeron bodegas para la comunidad indígena Luis Carilao, las cuales disminuyeran las perdidas de cosechas y les permitieron a los agricultores maximizar la conservación de sus recursos.

“Lo que la FAO nos dio no lo habríamos tenido nosotros ni en tres generaciones más, nuestras bodegas nos ayudan a que no se nos mojen los sacos con trigo y así nos duran para todo el invierno”, aseguró Sergio Carilao sobre el beneficiario del proyecto.

Otro caso exitoso trabajó con la diversificación del cultivo de flores en la comuna de Villa Alegre, en la Séptima Región del Maule, donde se mejoraron los invernaderos de un grupo de productoras locales. Esto logró una mejora sustantiva en las condiciones de siembra y cuidado de sus flores, llevando a un incremento en la producción y al aumento en sus ingresos.

“Estamos tan agradecidas de la FAO, nosotras siempre quisimos salir adelante y nos ayudó, antes se nos pasaba toda la helada y ahora las flores están tapaditas”, comenta la señora Graciela Becerra, participante del proyecto.