El general Ricardo Vallejo, dijo durante una conferencia de prensa que la primera fase del aeropuerto, en el pueblo de Santa Lucía al norte de la capital, debería estar lista en junio del 2021.
Ciudad de México.- El nuevo aeropuerto de Ciudad de México, que reemplazará a un proyecto cancelado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, debería comenzar a operar a mediados del 2021 con una capacidad inicial de 20 millones de pasajeros al año, dijo un funcionario de alto nivel.
El general Ricardo Vallejo, director de la escuela de ingenieros militares, dijo durante una conferencia de prensa que la primera fase del aeropuerto, en el pueblo de Santa Lucía al norte de la capital, debería estar lista en junio del 2021.
"Su máximo potencial, su potencial de desarrollo será a 50 años", comentó el oficial.
El aeropuerto, que será construido por militares, comenzará con una capacidad de 20 millones de pasajeros anuales que eventualmente será escalada hasta 80 millones, comentó.
El proyecto ha dividido opiniones en el país desde que el presidente canceló el año pasado, antes de asumir el cargo, el anterior plan para un nuevo aeropuerto de US$13.000 millones, alegando corrupción y elevados costos.
La decisión causó una masiva venta de activos financieros mexicanos, mientras que críticos del nuevo proyecto dicen que la distancia del nuevo aeropuerto, a unos 47 kilómetros al norte del actual aeropuerto Benito Juárez, podría complicar el turismo al complicar las conexiones a través de Ciudad de México.
Otros dicen incluso que los dos aeropuertos no podrían operar simultáneamente.
Durante la conferencia de prensa, el secretario de Transporte y Comunicaciones, Javier Jiménez Espriú, dijo que el actual aeropuerto recibirá una tercera terminal en el lugar donde se encontraba el hangar del avión presidencial, lo que elevará su capacidad hasta 50 millones de pasajeros al año.
El gobierno ha dicho que espera ahorrar miles de millones de dólares al usar la locación de Santa Lucía, pero el plan ha generado dudas en parte por declaraciones contradictorias del propio gobierno acerca de cuándo comenzarán las obras.