El plan, que generó preocupaciones de activistas sobre potenciales riesgos para los trabajadores y el medio ambiente, haría que las empresas petroleras ahorren al menos US$1.000 millones en 10 años, de acuerdo a una portavoz del Departamento del Interior.
Washington. El Gobierno del presidente Donald Trump reveló este jueves su plan final para revertir las medidas de seguridad de perforación en el aguas abiertas puestas en práctica por su predecesor, Barack Obama, tras el fatal derrame de petróleo de BP Deepwater Horizon en 2010, el peor en la historia de Estados Unidos.
El plan, que generó preocupaciones de activistas sobre potenciales riesgos para los trabajadores y el medio ambiente, haría que las empresas petroleras ahorren al menos US$1.000 millones en 10 años, de acuerdo a una portavoz del Departamento del Interior.
Los funcionarios gubernamentales anunciaron el plan revisado en Port Fourchon, un puerto marítimo de Luisiana por donde pasa más del 90% de la producción petrolera en aguas profundas del Golfo de México.
El año pasado se propusieron revisiones a la ley de 2016 sobre control de pozos en alta mar, que requería control en tiempo real de las operaciones y la certificación por parte de terceros de dispositivos de emergencia, entre otras medidas.
Scott Angelle, jefe de la Oficina de Seguridad y Cumplimiento Ambiental, dijo el jueves en un artículo de opinión en el periódico The Advocate de Luisiana que la agencia había revisado 68 de las 342 disposiciones de la ley del Gobierno de Obama y se presentó una "legislación más segura e inteligente".
La legislación revisada refleja los cambios buscados por la industria del petróleo y el gas, que dijeron que las reglas de la era de Obama imponían cargas financieras que reducirían el desarrollo y la producción futuros.
Grupos ecologistas advirtieron que relajar el control de los pozos es imprudente y un nuevo ejemplo de cómo el Gobierno de Trump satisface las demandas de la industria.
La explosión y el incendio del pozo BP Macondo en la plataforma de perforación Deepwater Horizon el 20 de abril de 2010 dejó 11 trabajadores muertos y generó gastos de restauración por miles de millones de dólares.
El Gobierno de Obama creó un grupo de trabajo para examinar las causas del accidente, y esos hallazgos fueron clave en la formulación de las nuevas reglas de seguridad.