Aproximadamente la mitad de la carga aérea del mundo viaja en las bodegas de los aviones de pasajeros, por lo que la cancelación de vuelos ha llevado a una fuerte reducción en la capacidad de carga, con efectos negativos en cadenas de alimentos y suministros para la industria.
Singapur. Varios gobiernos intensificaron sus esfuerzos para ayudar a las aerolíneas afectadas por un derrumbe en los viajes provocado por el coronavirus, con Estados Unidos ofreciendo ayuda por US$58.000 millones, Singapur prometiendo mantener su flota funcionando y Australia flexibilizando reglas de competencia.
AirAsia, la aerolínea de mayor presupuesto de la región, fue la última en anunciar recortes en sus vuelos como respuesta a la crisis cada vez más profunda causada por la pandemia, y dijo que algunas unidades dejarán de volar completamente por un tiempo.
"Nadie puede sobrevivir a esto por más de unos pocos meses, cuando tienes una disminución sin precedentes del 95% o incluso el 100% en el número de pasajeros y tienes muchos costos fijos", dijo Brendan Sobie, analista de aviación en Singapur.
En un intento desesperado por preservar algunos ingresos y mantener operativas las cadenas de suministro mundiales, Delta Air Lines, Air New Zealand y Etihad Airways de Abu Dabi se unieron a una lista de empresas que han convertido aviones de pasajeros en aeronaves de carga.
Aproximadamente la mitad de la carga aérea del mundo normalmente viaja en las bodegas de los aviones de pasajeros, por lo que la cancelación de vuelos ha llevado a una fuerte reducción en la capacidad de carga, con efectos negativos en las cadenas de alimentos y suministros para la industria.
"Para las aerolíneas, esto es el apocalipsis", dijo Alexandre de Juniac, director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que representa a las aerolíneas de todo el mundo. "Las restricciones de viaje y la evaporación de la demanda significan que, más allá de las mercaderías, casi no hay negocios".
En una decisión sin precedentes, el Senado de Estados Unidos aprobó el miércoles un paquete de ayuda de US$58.000 millones, la mitad en forma de subvenciones para cubrir unos 750.000 salarios del personal de las aerolíneas. Aquellos que reciben fondos no pueden despedir empleados antes del 30 de septiembre o cambiar los contratos de negociación colectiva.
La ley restringe la recompra de acciones, dividendos y pagos ejecutivos, y permite al gobierno tomar acciones, garantías u otra compensación como parte del paquete de rescate.
Se espera que la Cámara de Representantes apruebe el viernes la medida, que el presidente Donald Trump prometió promulgar.
IATA, que estima que la pandemia le costará a la industria mundial unos US$252.000 millones en ingresos perdidos este año, dijo que había escrito a 18 países de la región de Asia y el Pacífico, incluidos India, Japón y Corea del Sur, pidiendo ayuda de emergencia para las compañías.