Los directivos de la Asociación Nacional del Café solicitarán al Consejo de Política Cafetera que los Q238 millones de saldo del “Fideicomiso cafetalero, decreto 31-2001”, que aún quedan en el Banco de Desarrollo Rural (Banrural), sean utilizados en el plan de combate frontal a la roya del cafeto.
Refieren que uno de los problemas es que se desconoce el monto exacto con el que cuenta el fideicomiso, pues las entidades relacionadas manejan diferentes cifras.
Nils Leporovski, presidente de Anacafé, informó que la idea es utilizar el dinero que se tiene en el fideicomiso para luchar contra la roya y se dejará pendiente el plan de utilizar otra parte del fideicomiso como capital de trabajo de los caficultores.
Según Leporovski, la cifra para este fin era de US$50 millones depositados en el Banco de Guatemala. Ayer, trascendió que el Ministerio de Finanzas había trasladado al erario público Q393.49 millones depositados en el fideicomiso.
De acuerdo con el dictamen legal de una firma de abogados contratados por Anacafé, al que Prensa Libre tuvo acceso, existe contradicción en las normas utilizadas.
“Efectivamente no se hizo relación en cuanto a la naturaleza jurídica de los fondos utilizados, los cuales ya estaban fideicometidos. Siendo estos un patrimonio autónomo e independiente de quien lo constituye”, dice el texto.
El presidente de la república, Otto Pérez Molina, explicó en declaraciones ofrecidas en un acto oficial en la portuaria Santo Tomás de Castilla, que “no se ha tocado ni un centavo del fideicomiso porque tiene reglas muy claras”.
Según afirmó, la confusión es que tenía más recursos que habían quedado como reserva para que en el momento en que el fideicomiso lo solicitara, ese dinero pasara a aumentar el mismo fideicomiso. “Pero esta situación se da desde que fue creado hasta el 2009”. Pérez agregó que como los recursos no fueron utilizados, entonces quedaron disponibles para el Ministerio de Finanzas.
Según Pérez, el fondo cuenta con Q226 millones disponibles.
El mandatario aseguró que pedirá que se hagan cambios al fideicomiso para que una parte pase al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación y se pueda usar, no como préstamos, sino como recursos para combatir la roya o prevenirla en lugares en donde aún no ha llegado.