En un comunicado conjunto de ACI LAC, ALTA, CANSO e IATA, advirtieron que la industria aérea ahora enfrenta cada vez más una crisis de liquidez.
Las organizaciones regionales y actores clave representantes de las aerolíneas, aeropuertos, proveedores de servicios de navegación aérea, proveedores de la industria y otros sectores relacionados en América Latina y el Caribe refuerzan su llamado conjunto a los gobiernos y autoridades para trabajar de manera coordinada y asertiva con el fin de mantener la viabilidad de la industria de la aviación.
Es comprensible que los gobiernos hayan implementado medidas drásticas como prohibiciones de viaje durante esta crisis de salud pública para proteger a sus ciudadanos y contener la pandemia COVID-19. En este momento, el sistema de transporte aéreo está desempeñando su papel permitiendo el transporte urgente de medicamentos, vacunas y personal médico y la repatriación segura de los ciudadanos a través de sus numerosas capacidades de transporte de emergencia y acceso remoto.
Sin embargo, fuera de estos vuelos críticos, el resto del sector del transporte aéreo en nuestra región se ha detenido específicamente debido a las restricciones de movilidad, prohibiciones de viaje y cierres de fronteras vigentes. Como resultado, junto con otros negocios clave en la cadena de valor, la industria ahora enfrenta cada vez más una crisis de liquidez.
Las asociaciones reconocen y aplauden las medidas ya implementadas por algunos gobiernos para apoyar esta situación crítica y alentamos enérgicamente a otros a tomar urgentemente medidas propias. En ese marco, advirtieron que se está atravesando una reducción masiva de tráfico aéreo sin un final a la vista y se debe asegurar de que los proveedores del transporte aéreo sobrevivan a esta crisis, ya que tendrán un papel esencial que desempeñar en la recuperación socioeconómica.
Entre las propuestas temporales específicas que sugieren implementar a lo largo de la cadena de valor del transporte aéreo, se solicita respetuosamente que se consideren las siguientes:
- Ayuda a la continuidad de los servicios prestados por las aerolíneas, aeropuertos, proveedores de servicios de navegación aérea y servicios asociados que respaldarán conjuntamente el retorno del tráfico aéreo comercial y garantizarán la sostenibilidad económica y financiera de la industria de la aviación.
- Inclusión del sector de la aviación en cualquier esquema nacional o paquete de ayuda especial para proporcionar alivio a la grave situación actual.
- Facilitación de la renegociación de la deuda y permitir que los presupuestos gubernamentales se reinviertan en el sector de la aviación.
- Ajuste de las condiciones laborales para empresas y empleados bajo acuerdos conjuntos como medida de contingencia.
- Flexibilidad con respecto a las reglas de slots y otras disposiciones no relacionadas con la seguridad que puedan permitir a la industria regresar a las operaciones rápidamente una vez que termine la contingencia.
- Alivio temporal en el requerimiento de desarrollo de infraestructura aeroportuaria, particularmente para cumplir con las obligaciones o proyectos de nivel de servicio que la industria no requiere de inmediato.
- Flexibilidad con las obligaciones de calidad de servicio hasta que las operaciones vuelvan a la normalidad.
Finalmente, y lo más importante, se solicita que cualquier medida de alivio se considere de manera no discriminatoria sin que ningún sector se beneficie a expensas de otro.
También se sugiere enérgicamente una mayor colaboración entre la industria y el gobierno, no solo durante el resto de esta crisis, sino también durante su fase de recuperación. América Latina y el Caribe depende en gran medida de la conectividad aérea nacional, regional e internacional. Si la base de esta industria no sobrevive al brote de COVID-19, la recuperación socioeconómica de esta crisis en toda la región se verá gravemente obstaculizada.
Las organizaciones quedan a disposición para evaluar y ayudar a determinar la planificación de la viabilidad y recuperación del transporte aéreo, que protegerá el bienestar de su población y la sostenibilidad económica de sus países.