Los frigoríficos siguen negociando arduamente para no retornar al país los 247 contenedores con carne que quedaron varados en diferentes puertos internacionales, luego de que se declarara un nuevo foco de fiebre aftosa.
Asunción. Según fuentes del sector, directivos de las industrias frigoríficas de nuestro país que venden carne al exterior mantienen actualmente duras negociaciones con sus pares de otros países, así como con autoridades sanitarias, para tratar que los 247 contenedores con carne que ya estaban en tránsito hacia diferentes destinos puedan llegar a esos mercados.
Aunque no se precisaron los volúmenes que se manejan en estos contenedores, se trata de una cantidad importante de carne ya que cada contenedor tendría como mínimo unas diez toneladas en productos cárnicos.
Asimismo, el precio de estas partidas varía bastante ya que cada cargamento es diferente uno de otro en cuanto a la calidad de carne que llevan, ya sea de cortes premium, cortes normales o los cortes industriales para su procesamiento, que va principalmente al mercado ruso.
En cuanto a los 78 camiones frigoríficos también con carne, la mayoría de retorno hacia nuestro país, estarían llegando ya en las próximas horas y entrarían al mercado local para su comercialización, según se informó.
Los entendidos en el tema vaticinan que la reducción de los precios de la carne en el mercado interno es inminente e incluso para algunos va a ser pronunciada, hasta tanto se vuelva a normalizar la exportación.
Datos técnicos. Consultados sobre el particular, técnicos del área señalaron que la carne madurada en frío, como es el caso de la carne para exportación, ya no es transmisor del virus de la fiebre aftosa.
Además de esto, las partidas corresponden a cargas embarcadas ya mucho antes de la declaración del foco de aftosa el pasado domingo 18 del corriente, por lo tanto ya no existe riesgo de una eventual incubación de la enfermedad.
Finalmente, los técnicos del sector afirmaron que si bien la fiebre aftosa es altamente contagiosa entre los animales biungulares, la enfermedad no se transmite a los seres humanos, por lo que no existen prohibiciones para que la carne pueda ser consumida por personas.
Antecedentes. Recordemos que el brote de aftosa fue detectado en la estancia Santa Helena, ubicado en San Pedro, propiedad de Silfrido Baumgarten.