Un grupo de inversores dijo que no aceptaría la propuesta de López Obrador pues está preocupado por cambios en la fuente primaria para fondear los US$6.000 millones en bonos. Otros inversores consideran atractiva la oferta considerando el precio que el gobierno está dispuesto a pagar.
Ciudad de México. Inversores internacionales que participaron en la emisión de un bono para financiar la millonaria construcción de un aeropuerto en la capital de México, obra que fue cancelada, se encuentran divididos sobre si aceptarán o rechazarán una propuesta del gobierno entrante de recomprar parte de la deuda.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció a fin de octubre la cancelación de la obra sobre la base de una controversial consulta pública, una decisión que golpeó los mercados y lo enfrentó con empresarios.
"Hay una gama muy amplia desde quien lo ve como una propuesta favorable desde el punto de vista económico, hasta quien prefiere quedarse con el papel como está y mantenerlo al vencimiento", dijo sobre la propuesta el analista en Moodys Adrian Garza durante una conferencia con medios este martes.
Por un lado, un grupo de inversores representado por la firma de abogados Hogan Lovells que aglutina más del 50% del monto de una serie de los bonos dijo que no aceptaría la propuesta pues está preocupado por cambios en la fuente primaria para fondear los US$6.000 millones en bonos.
Su inquietud está vinculada con que el Gobierno pidió junto con la recompra hacer cambios en los contratos para evitar eventos de incumplimiento, acuerdo a una nota de prensa divulgada este martes por la noche.
Otros inversores consideran atractiva la oferta considerando el precio que el gobierno está dispuesto a pagar, de acuerdo con algunas agencias calificadoras que han asegurado haber tenido contacto con tenedores de bonos.
La directora de deuda para mercados emergentes en AllianceBernstein, Shamaila Khan, consideró que la respuesta entre los bonistas ha sido mixta.
"Tal vez compren algunos de los bonos a un precio mayor al que cotizaban, pero en general su posición será afectada", dijo Khan, enfatizando que es inusual encontrar un caso en el que sea necesario contratar a una firma legal para negociar un proyecto cuasi soberano.
Ni tan malo. La oferta del Gobierno, lanzada este lunes y en vigor hasta el 8 de enero, es pagar entre US$90 y US$100 por cada US$100 de principal en las cuatro series de bonos, dos a 10 años y dos a 30. Previo a la oferta, los papeles cotizaban entre US$78 y US$82.
Khan cuestionó que los mensajes de algunos asesores de López Obrador no fueron coherentes respecto a las decisiones que finalmente adoptó el mandatario, quien asumió el sábado pasado.
"Algunos de sus asesores moderados, orientados a los inversionistas, indicaron al mercado que no iban a hacer nada que no iba a ser favorable para los tenedores de los bonos", dijo la ejecutiva.
El equipo económico del presidente, que aún no había asumido el poder cuando anunció la cancelación de la obra del aeropuerto, tuvo que salir un par de veces a tratar de calmar a los mercados, sacudidos por los coletazos de algunas decisiones o iniciativas legislativas de miembros del oficialismo.
Standard & Poors, por su parte, mencionó en una conferencia este miércoles que después de un análisis concluyó que incluso si los inversores deciden no aceptar la oferta es poco probable que se llegue a un "default", pues el pago está garantizado con los recursos que genera el saturado aeropuerto actual de Ciudad de México.
Además, incluso si sucediera un incumplimiento de pago, ello no tendría una implicación para la calificación soberana de México porque el proyecto no representa siquiera el 1,0% del PIB mexicano, dijo.
Los fondos para el pago de la oferta se encuentran en un fideicomiso de construcción en el cual existen alrededor de US$5.000 millones.
Entre los inversionistas que aún mantienen los bonos se encuentran firmas como PIMCO, BlackRock, Credit Suisse, HSBC, Schroder, y UBS. El primero dijo no tener comentarios sobre el tema, mientras que el resto no estuvo disponible para hacerlos.
Los papeles a 10 años cotizaban el miércoles en US$85,97, luego de trepar a US$89 tras conocerse la oferta, y los papeles a 30 años cotizaban en US$82,47, de acuerdo con datos de Eikon Refinitiv.