Un juez con sede en la capital otorgó las dos primeras suspensiones definitivas argumentando que los cambios en la ley violan la competencia, poniendo un freno a la intención del Gobierno de echar a andar las nuevas reglas del juego para favorecer a la generadora estatal, la CFE.
Ciudad de México. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo el viernes que la disputa sobre la nueva ley eléctrica debe dirimirse en la Suprema Corte de Justicia, mientras fueron concedidos los primeros recursos legales que frenan definitivamente la entrada en vigor de la norma.
Un juez con sede en la capital otorgó las dos primeras suspensiones definitivas argumentando que los cambios en la ley violan la competencia, poniendo un freno a la intención del Gobierno de echar a andar las nuevas reglas del juego para favorecer a la generadora estatal, la CFE.
"Vamos a que resuelva la Suprema Corte porque es un proceso legal. Se inicia con una suspensión, se tiene que ir revisando y seguramente este asunto va a llegar a la Suprema Corte de Justicia", dijo López Obrador en su conferencia de prensa diaria. "Vamos a hacer este asunto un tema de debate nacional", añadió.
El mandatario habló poco antes de que se divulgara la decisión del juez, sobre el que pidió hace unos días una investigación después de que otorgara las primeras dos suspensiones provisionales contra la norma apenas días después de haber sido promulgada.
Pero los recursos legales anunciados el viernes no son los únicos. La nueva ley ha sido desafiada en tribunales por muchas empresas inconformes con las modificaciones aprobadas por la mayoría del partido oficialista Morena en el Congreso, mientras opositores aseguran que viola tratados internacionales.
Las impugnaciones a la ley han molestado al mandatario, quien aseveró que, hasta grandes empresas, como el panificador Grupo Bimbo y la minorista Wal-Mart de México se han amparado. "Es un descaro", afirmó.
Wal-Mart de México declinó comentar sobre lo dicho por el presidente, mientras que Grupo Bimbo no respondió de inmediato a una solicitud.
La reforma establece que las centrales de la CFE, incluyendo las que usan combustóleo y carbón, despacharán primero su energía a la red, además de que la empresa no estará obligada a comprarla a través de subastas, que habían beneficiado a generadoras solares y eólicas, muchas con capital extranjero.
También se podrán revisar viejos contratos con Productores Independientes de Energía (PIE), entre los que está la española Iberdrola, mientras que el regulador del sector, la CRE, podrá revocar permisos de autoabasto, un esquema del que el Gobierno alega se ha abusado en detrimento de la empresa estatal.
La nueva ley fue aprobada pese a que la Suprema Corte declaró parcialmente procedente una controversia constitucional interpuesta por la autoridad antimonopolios, la Cofece, en contra de una política para el sector eléctrico lanzada en el 2020 y que incluía los puntos nodales contemplados en la reforma.
López Obrador reiteró el viernes que enviaría una iniciativa de reforma constitucional al Congreso si la justicia frena la nueva ley.