El proceso de digitalización en salud abarca desafíos en distintos aspectos, desde la logística y programación de citas médicas, hasta el procesamiento de datos y cambios de paradigma en la relación entre el centro de salud con el paciente.
La digitalización, un término que se refiere a la transformación de las actividades que se solían realizar de manera análoga al espacio digital, ha sido un proceso lento, pero constante, en todos los segmentos industriales en América Latina. Y la vertical de la salud no ha sido la excepción a la regla.
Por ejemplo, a comienzos de marzo de 2020, en Chile poco más de 100 personas se conectaban con su médico a través de un dispositivo. Pero, apenas cinco meses después, más de 133.000 han acudido a las consultas remotas, según cifras del sector de las Instituciones de Salud Previsional (Isapres).
En este contexto, el presidente ejecutivo de CooSalud EPS Colombia, el doctor Jaime González, enfatizó la importancia del uso de datos para el desarrollo en la medicina. “Toda esta transformación llevará a un uso eficiente de datos. Es una opción de mejoramiento en el estado de salud de las personas y, por eso, es importante generar un buen sistema de gobernanza de datos y darles la relevancia que corresponde”, dijo en el evento Digital Health Tech Summit de Latam Business Conference.
Los expertos en tecnología y salud de América Latina que participaron en el encuentro compartieron que los principales desafíos en el proceso de digitalización en salud son, en primer lugar, la generación de bases de datos integradas y evitar la fragmentación del registro clínico, el uso y manejo responsable de datos centralizados para contribuir a un mejor desarrollo de la medicina y, finalmente, cambiar el paradigma en la atención a los pacientes hacia una instancia de prevención de enfermedades.
Para responder a estas necesidades, diversas empresas de la industria de tecnologías de la información (TI) han desarrollado soluciones relacionadas a la salud. Por ejemplo, Zenta Group, la empresa chilena dedicada al desarrollo de software, identificó que uno de los problemas más comunes de la industria era la reasignación de horas médicas y las listas de espera para agendar una cita.
“Las organizaciones médicas suelen tener datos desplegados en muchos sitios de información. Por esto, como los datos no conversan entre sí, cuesta hacer un análisis sobre los mismos”, comentó Javier Linares, subgerente de Operaciones y encargado de proyectos de datos en Zenta Group. De esta manera, la compañía creó una solución para centralizar información de bloqueos de citas médicas, reasignación de horas y otros.
Linares afirmó que los próximos desafíos relacionados a esta tecnología se relacionan con comenzar a construir métricas para permitir al centro médico a crear una mejor logística, optimizar las atenciones médicas y generar un mapa en 360 grados de este tópico en particular. Es decir, tratar de predecir aspectos de la medicina con el big data.
Otra compañía dedicada al desarrollo de software para la industria médica es Continuum, que forma parte de la Asociación por una Mejor Industria TI (MITI), una asociación gremial que busca elevar los estándares dentro de la industria de tecnologías en Chile y Latinoamérica.
Continuum tiene un área específicamente dedicada al desarrollo de tecnologías en la salud desde hace dos años. A pesar de que iniciaron en este rubro para optimizar y agilizar los procesos de teleconsulta y plataformas de agenda de horas médicas, la compañía logró detectar algunas otras en la digitalización en salud.
“Todavía se observan dificultades para avanzar en una verdadera transformación digital, que tiene que ver con cambios culturales y no solo tecnológicos. Existe la tendencia de traspasar trámites presenciales a digitales como un calco, pero no se replantean los servicios y procesos para canales digitales”, dijeron Carolina Rojas y Soledad Paredes, consultoras en la vertical de salud de Continuum.
Así, los expertos que participaron en la conferencia concordaron que el proceso de digitalización de la salud no solo abarca desafíos tales como la logística o procesamiento de datos, sino también implica cambiar los paradigmas futuros.
En este aspecto, la doctora Marilú Acosta, directora del Programa de Telemedicina para COVID-19 en el Centro Médico ABC de México, planteó la necesidad de generar un pensamiento disruptivo: “Debemos recrear toda una visión y dejar de hablar solo de enfermos. Estas tecnologías nos permitirían cambiar el paradigma y enfocar la salud a que esté en la salud como tal, y que nuestros pacientes estén mucho más tiempo sanos que enfermos, que las visitas al doctor sean para mantenerse sanos y no para tratar enfermedades”.