El mandatario venezolano, que debería haber regresado este jueves a Caracas tras una intensa gira por países productores de petróleo iniciada el 5 de enero, acordó de forma improvisada hacer una escala en la capital rusa para ser recibido por Putin.
Moscú. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, abordó este jueves con su homólogo ruso, Vladímir Putin, cómo estabilizar el mercado petrolero, ante la difícil situación creada por el desplome de los precios para dos economías muy dependientes de sus exportaciones de crudo.
El mandatario venezolano, que debería haber regresado este jueves a Caracas tras una intensa gira por países productores de petróleo iniciada el 5 de enero, acordó de forma improvisada hacer una escala en la capital rusa para ser recibido por Putin.
"Hemos venido a trabajar los temas bilaterales así como asuntos de primer orden, como es la estabilidad de nuestros recursos naturales", dijo Maduro al comienzo de su encuentro con el líder del Kremlin.
"Estos asuntos son muy importantes para nuestras relaciones, tanto para las relaciones de Rusia con Venezuela como entre Rusia y otros países de América Latina", recalcó.
La reunión tuvo lugar en la residencia campestre del presidente ruso en Novo Ogariovo, a las afueras de Moscú, adonde el mandatario venezolano se trasladó directamente tras aterrizar en la capital rusa procedente de Argel.
"Antes de que discutamos sobre los asuntos globales de energía, quisiera resaltar que Venezuela no es solo un país amigo, sino también un socio muy cercano, uno de nuestros principales socios en América Latina", afirmó, por su parte, Putin.
Maduro también expresó la solidaridad de Caracas con Rusia frente a la situación que afronta este país tanto por el descenso del precio del crudo como por las sanciones impuestas por Occidente a Moscú debido al conflicto de Ucrania.
"Expresamos nuestra solidaridad y apoyo al pueblo ruso y nuestra confianza en su capacidad de trabajo y en que sabrá salir de esta situación. Venezuela siempre está con Rusia", manifestó el mandatario venezolano.
Aunque los mandatarios no hicieron declaraciones tras su reunión, Maduró sí habló a la prensa después en el aeropuerto, donde señaló que con Putin se decidió "ampliar la inversión y la participación de las empresas rusas (...) en la Faja Petrolífera del Orinoco y en otras inversiones".
Según la televisión rusa RT, Maduro señaló que durante su gira "he conseguido los recursos necesarios para que el país mantenga su ritmo (...) es una locura jugar a que el país quiebre", anunció.
Dijo, además, que ha solicitado una reunión con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, para continuar los esfuerzos destinados a levantar el precio del petróleo.
La visita de Maduro se inscribe en el periplo internacional que emprendió para defender el precio del crudo e impulsar la recuperación del mercado.
La gira comenzó en Pekín, donde Maduro logró acuerdos económicos con el gigante asiático por valor de US$20.000 millones, y visitó también Catar, Arabia Saudí, Irán e Argelia.
El precio del crudo venezolano cerró la semana pasada en US$42,44 el barril, mientras que el coste de la cesta OPEP se ubicó en US$47,62.
Desde mediados del año pasado, los precios del petróleo Brent, la principal marca de referencia, sufren una importante caída, que se aceleró con la llegada de 2015 y los expertos creen que esta tendencia continuará, e incluso no descartan que lleguen hasta los US$40 por barril.
El desplome de los precios del crudo ha supuesto un duro golpe para las economías de Rusia y Venezuela, altamente dependientes de los ingresos que reportan las exportaciones de este hidrocarburo.
Durante su gira, Maduro ha intentado convencer a los gobernantes de los países visitados de la necesidad de recuperar el precio del petróleo mediante una reducción de la producción.
En la reunión de la OPEP el pasado noviembre, los países miembros decidieron mantener los actuales niveles de producción, en torno a los 30 millones de barriles diarios.
El presidente venezolano mantiene que el petróleo se está utilizando como "un arma económica para someter países, regiones y pueblos" y que Washington, al extraer petróleo mediante "fracking" está creando un exceso de oferta para perjudicar a Irán, Rusia y Venezuela.
El ministro de Energía ruso, Alexander Novak, insinuó ayer que Moscú no es favorable a la reducción de la producción, cuando señaló que "muchos países consideran que cualquier acción artificial para cambiar la situación en el mercado es imposible".
Sin embargo, la imparable caída del precio del crudo, junto con las sanciones, han provocado efectos muy negativos para la economía rusa, con una depreciación del rublo del 50 por ciento el pasado año, altas tasas de inflación y perspectivas de una recesión este año.
Tras su reunión, los presidentes de Rusia y Venezuela no hicieron declaraciones, pero antes, Putin hizo entrega a Maduro de la única réplica de la espada de Simón Bolívar que quedaba fuera del país.