La refinería Esmeraldas detuvo en marzo la mitad de sus operaciones por daños internos en su infraestructura por 54 días, pero en el proceso de reparación se encontraron mayores "puntos críticos", lo que obligó a las autoridades a extender la paralización programada.
Quito. La mayor refinería de Ecuador, de 110.000 barriles diarios (bpd) de capacidad, retomó el miércoles su operación normal, luego de concluir con trabajos de reparación de sus principales unidades que presentaron fallas técnicas, dijo el Ministro de Energía.
La refinería Esmeraldas detuvo en marzo la mitad de sus operaciones por daños internos en su infraestructura por 54 días, pero en el proceso de reparación se encontraron mayores "puntos críticos", lo que obligó a las autoridades a extender la paralización programada.
"Con este mantenimiento, la refinería Esmeraldas volverá a su capacidad de procesamiento de 110.000 barriles diarios y con esto habremos cumplido el plan", dijo el ministro de Energía y Recursos Naturales No Renovables, Carlos Pérez, a periodistas.
"En los próximos días hasta el 8 de agosto ya estará operando completamente (la planta) basado en las diferentes actividades que hay que hacer luego de haber procedido al mantenimiento y la reparación que se requería", agregó.
El mayor daño se encontró en la Unidad de Fraccionamiento Catalítico Fluidizado (FCC) con fallas en el refractario, distribuidor, grilla del regenerador, válvulas flappers, doble disco y de recirculación de catalizador gastado, según las autoridades.
La estatal Petroecuador explicó en su cuenta de Twitter que la unidad FCC "está en proceso de arranque".
Los trabajos tuvieron un costo de US$15,8 millones, un presupuesto menor en 12% de lo previsto. Desde el 2016 a la fecha la planta ha tenido unas 31 paradas emergentes, según datos oficiales.
El gerente de la estatal, Pablo Flores, dijo que en octubre se prevé un mantenimiento de otras unidades menores de la planta procesadora.
La refinería Esmeraldas fue reparada durante el gobierno del ex presidente Rafael Correa, un proceso que costó US$2.200 millones. El actual Gobierno ha dicho que esa reparación tuvo un sobreprecio y estuvo mal hecha por lo que tuvieron que volver a intervenir en su infraestructura.