El funcionario Gabriel Yorio añadió que Pemex probablemente tendría que regresar a los mercados de deuda externa, pero que Hacienda también estaba conversando con la empresa sobre cómo podría recurrir al mercado interno, incluso para la emisión de bonos.
Ciudad de México. La petrolera estatal mexicana Pemex debería considerar pedir préstamos en el mercado local para cumplir con sus vastos requisitos de financiamiento, dijo un funcionario de alto nivel, luego de que la Secretaría de Hacienda presentó un austero presupuesto para 2021.
Pemex ya es la petrolera más endeudada del mundo y miles de millones de dólares en pagos de bonos deberán ser cubiertos durante los años restantes de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El subsecretario mexicano de Hacienda, Gabriel Yorio, dijo a Reuters en una entrevista que alrededor del 80% de la deuda de la petrolera es externa y que la mayoría está denominada en dólares.
"Bajo el nuevo modelo de integración vertical -extracción, producción y refinación- la lógica probablemente sería que su deuda estuviera en pesos porque sus ingresos ahora van a estar en pesos", dijo Yorio el miércoles por la tarde.
El funcionario añadió que Pemex probablemente tendría que regresar a los mercados de deuda externa, pero que Hacienda también estaba conversando con la empresa sobre cómo podría recurrir al mercado interno, incluso para la emisión de bonos.
López Obrador ha buscado exportar menos petróleo crudo y mantener más negocios de refinación en México. Si el gobierno sigue adelante con este plan, México tendría menos ingresos por las ventas de petróleo denominadas en dólares.
No está claro si el mercado local tendrá apetito por sumas tan grandes. Pemex es uno de los mayores emisores de deuda en América Latina, pues de la deuda financiera total de US$107.200 millones, casi el 90% está en manos de inversionistas en bonos.
A pesar de varias transacciones de refinanciamiento, un gráfico que se hizo público con un borrador del presupuesto mostró que la petrolera tiene decenas de miles de millones de dólares en deudas que vencen al final del mandato de López Obrador.
El subgobernador del banco central Jonathan Heath calificó la situación financiera de Pemex como "el mayor dolor de cabeza" del gobierno mexicano. Heath pidió una solución a la carga de la deuda que ya pesa sobre la calificación soberana.
A principios de este año, la nota crediticia de la firma cayó a "basura"; muchos inversores vendieron incluso antes de que bajaran las calificaciones y buscaron activos más seguros.
López Obrador y otros funcionarios insisten en que están en el camino correcto para salvar a Pemex.
"El compromiso, y lo dijo el presidente muy claramente, era apoyar a Pemex en la primera mitad de su administración para que ellos nos apoyaran en la segunda", dijo Yorio. "Pemex es un activo muy valioso que genera ingresos para el Gobierno", añadió.