El director general de la estatal mexicana, Octavio Romero afirmó que se harán "todos los ajustes" que sean necesarios para garantizar el funcionamiento financiero y operativo de la empresa y que vigilan de cerca el comportamiento de los precios petroleros.
Ciudad de México. La petrolera estatal mexicana Pemex reducirá este año gastos administrativos y de contrataciones para afrontar el derrumbe de los precios internacionales del crudo y dará prioridad a los proyectos más rentables, dijo este miércoles su director general.
Octavio Romero afirmó que se harán "todos los ajustes" que sean necesarios para garantizar el funcionamiento financiero y operativo de la empresa y que vigilan de cerca el comportamiento de los precios petroleros para evaluar futuras acciones.
"Pemex reforzará sus medidas de austeridad", dijo al detallar que tienen la meta de ahorrar este año el equivalente a US$217 millones en contrataciones y bajar en unos US$27 millones trimestrales los gastos administrativos.
El funcionario defendió la rentabilidad de la petrolera, que registró una pérdida neta por US$18.367 millones en 2019, y recordó que la pesada carga tributaria en el pasado la hacía contratar deuda para cumplir con su carga impositiva.
Por otra parte, Romero admitió que la cobertura petrolera contratada por la empresa para el 2020, que ya comenzó a ser ejecutada, "no resuelve el problema financiero" que ocasionará la baja de precios del crudo a estatal, que está bajo la lupa de las calificadoras de riesgo.
Pemex descartó la semana pasada tener problemas para cumplir con sus pasivos financieros, pago a proveedores y contratistas, ante la dramática caída de los precios del crudo que podrían poner aún en más aprietos a la firma estatal.
Por otra parte, Romero precisó que de acuerdo con cifras preliminares, el costo promedio ponderado de producción de crudo en 2019 fue de US$14,2 por barril, pero destacó que en el caso de los nuevos campos marinos y terrestre está por debajo de US$4,8.
La mezcla mexicana de exportación cerró el martes en US$18,78 por barril, uno de sus más bajos niveles en lustros.