El director de la aerolínea de ultra bajo costo, Enrique Beltranena, explicó que, pese a las dramáticas caídas en la demanda de pasajeros, actualmente están en proceso de recuperación con fortaleza financiera.
Ciudad de México. La aerolínea de ultra bajo costo Volaris ha logrado sortear los efectos del Covid-19 con una estricta administración, reestructurando US$200 millones de costos, negociando con su personal y deteniendo la entrega de aviones de los siguientes tres años, entre otros factores.
Su director, Enrique Beltranena, explicó que, pese a las dramáticas caídas en la demanda de pasajeros, actualmente están en proceso de recuperación con fortaleza financiera: Antes de la crisis teníamos un nivel de caja de aproximadamente US$450 millones, con un nivel de apalancamiento muy razonable y al 30 de junio está en el mismo nivel.
“Somos la segunda aerolínea a nivel mundial y la primera en el continente americano con el costo unitario más bajo. Cuanto tiene un costo unitario muy bajo y estructura de costos como la de nosotros, entras a una crisis y tu preocupación no es qué grasa le quitas al jamón sino el problema es que el jamón ya está en huesos”, comentó.
En webinar organizado por la Universidad Panamericana, el directivo detalló que en los momentos más complicados de la crisis sanitaria tenían una operación del 15% de su capacidad y ahora ya están en el 40%, con la expectativa de que a finales del 2020 lleguen al 65%, principalmente por el segmento de visitantes a amigos y familiares.
Antes de la pandemia, Volaris realizaba 420 operaciones por día, con una flota de 82 aviones y transportaban 65.000 pasajeros cada 24 horas. Ahora tienen 230 operaciones por día con 70 destinos nacionales y 26 internacionales.
“Hoy somos la séptima aerolínea en el mundo con tasa de recuperación más rápida. Estamos volando una red de rutas optimizada y vemos la oportunidad de que nuestro mercado (el de ultrabajo costo) es el que está creciendo”, detalló.
Las negociaciones. En virtud de su modelo de negocio, la empresa tuvo la posibilidad de quitar los costos variables de su operación y en los fijos, el 50% lo representó la renta de aviones y el otro 50%, “prácticamente” los laborales, y en eso se enfocaron.
“En el contexto que vivimos, teníamos que administrar los arrendamientos o el costo de las aeronaves y hemos logrado 4,2 meses de retraso en pagos de rentas negociado con nuestros arrendadores. Los pagos los vamos a hacer en los siguientes 24 meses”, comentó Beltranena.
Además de revisar sus contratos laborales, de lo que no ofreció mayores detalles, logró reestructurar más US$200 millones en costos. De acuerdo a los planes de Volaris, este año tiene la posibilidad de recibir entre cinco y siete aviones, pero en los siguientes tres años han decidido “congelar”, entregas.