México está haciendo un mayor esfuerzo por esconder su salida al mercado. Ensamblar el programa correctamente es crucial para ofrecer estabilidad a las arcas públicas en momentos en que el gobierno planea expandir el gasto social mientras hace frente a una economía estancada.
Ciudad de México. Buscando sacar a los especuladores del juego y limitar una factura que ha superado US$1.000 millones cada año, México está haciendo un mayor esfuerzo por esconder su salida al mercado al contratar las coberturas que protegen sus ingresos petroleros contra caídas de precios, una tarea difícil para un programa reconocido como el más grande de Wall Street.
Ensamblar el programa correctamente es crucial para ofrecer estabilidad a las arcas públicas mexicanas en momentos en que el gobierno planea expandir el gasto social y en seguridad mientras hace frente a una economía estancada, así como a un intenso escrutinio a su solvencia crediticia.
Lo que una vez fue un enigmático acuerdo entre un puñado de ejecutivos financieros y bancos de Wall Street es ahora la negociación más anticipada en el mercado de futuros petroleros, haciéndola más difícil y costosa para México.
Para su programa 2020, sin embargo, el país adoptó una estrategia diferente que en años anteriores, según una fuente de Wall Street con conocimiento directo de la negociación.
Esta vez, alrededor de dos tercios de las opciones que México negoció en los mercados para su programa de coberturas se indexaron al marcador internacional de crudo Brent, distanciándose del petróleo pesado Maya que México principalmente produce y exporta, según la fuente.
Al recurrir a contratos muy negociados como los de Brent, debió haber sido capaz de recortar costos al obtener menores cotizaciones por las opciones mientras colocaba ofertas de forma casi imperceptible para evitar alteraciones de precios en anticipación a sus movimientos, dijeron fuentes del mercado.
Pero críticos dicen que esta estrategia reviste nuevos riesgos. Al apelar a contratos basados en un tipo diferente de petróleo, la estructura del programa de coberturas podría no reflejar fielmente la calidad de la cesta mexicana de exportación, integrada principalmente por crudo Maya, típicamente más barato que el Brent.
"La cobertura de Hacienda". Simples rumores sobre la "cobertura de Hacienda", que recibe su nombre de la secretaría de Hacienda del país, pueden cambiar los precios en anticipación a las negociaciones, por lo que el gobierno teme que los participantes aumenten las primas si sospechan que la nación está a punto de comerciar.
"Los bancos han mejorado mucho al acumular información al respecto", dijo Víctor Gómez, exfuncionario mexicano de Hacienda, quien participó en la cobertura hasta 2018.
En parte debido a esto, el costo de la cobertura aumentó 10 veces en términos de pesos desde 2001, a pesar de que la cantidad de barriles cubiertos apenas ha cambiado, mostraron los datos obtenidos a través de una solicitud de información.
México gastó el equivalente a US$212 millones para cubrir 200 millones de barriles en 2001 frente a US$956 millones para cubrir 212 millones de barriles en 2016. En 2017, dejó de revelar la cantidad de barriles protegidos.
Ahora, por primera vez en al menos 19 años, Hacienda se ha negado a revelar cuánto está gastando para proteger los ingresos de 2020, argumentando que la información les dará a los especuladores una idea de su estrategia y aumentará los costos.
"Lo que no queremos es que identifiquen los momentos en que México va al mercado, porque eso eleva los costos de la prima", dijo a periodistas este mes Gabriel Yorio, uno de los principales arquitectos del instrumento del actual gobierno.
El costo de la cobertura también ha aumentado porque el peso se ha depreciado frente al dólar estadounidense y porque las opciones se han vuelto más caras debido a que muchos negociantes, que eran contrapartes naturales del acuerdo, se han retirado.
Las autoridades también se negaron a precisar el volumen cubierto para el 2020, así como a revelar en qué medida contrataron opciones o los recursos de un fondo de estabilización presupuestaria para garantizar los ingresos del gobierno. Todo lo que dijeron es que garantiza un precio promedio de US$49 por barril.
Dulce o amargo. "Esperaría una divergencia de precios a largo plazo. Esta presión al Maya puede hacer bajar los precios más rápido que su valor de cobertura. Esto podría causar una pérdida en la venta física del Maya y un mínimo o casi nulo beneficio de la cobertura", dijo Ryan Dusek, director de la consultora Opporutne LLP, con base en Houston, quien añadió que el negocio puede terminar resultando "infructuoso".
La fuente de Wall Street dijo que la proporción de crudo Maya cubierto mediante el programa 2020 era significativamente menor que en años precedentes.
Para la del 2009, por ejemplo, Barclays, Deutsche Bank, Goldman Sachs y Morgan Stanley cubrieron 305 millones de barriles de crudo indexados al Maya y sólo 25 millones de barriles indexados al Brent, según una información obtenida por Reuters en una solicitud pública de acceso a la información.
La fuente de Wall Street dijo que para 2020 México había comprado opciones basadas en Brent en el Intercontinental Exchange (ICE) a US$54-56 al barril, mientras que negoció las de Maya a US$42.
El Brent se está vendiendo a alrededor de US$63 por barril mientras que el precio oficial de venta del Maya para entrega en la costa del Golfo en Estados Unidos está en unos US$55, según datos de S&P Global Platts.
Las opciones dan a México el derecho de vender petróleo a un determinado precio, así que si el precio real del mercado es más bajo, las opciones se activan para cubrir la diferencia, actuando efectivamente como una póliza de seguros.
Pero si el precio del Maya, un crudo pesado amargo, cae más rápido que el Brent, un crudo ligero dulce –o el Maya cae y el Brent sube- México podría perder ingresos petroleros sin que la cobertura pueda absorber el golpe, dijeron analistas y fuentes del mercado.
México ha tenido que enfrentar la potencial divergencia de precios entre el Maya y el Brent antes pero el riesgo ahora es mayor porque se espera un declive en la demanda de crudos pesados. Reuters no pudo determinar si México ha tomado pasos extras para cerrar cualquier brecha entre el Maya y el Brent.
Desde 2001, el país ha recibido ingreso por cobertura en 2009, 2015 y 2016, mostraron los datos.
México también ha tomado otras medidas para cubrir sus huellas. En respuesta a otras preguntas en la solicitud de registros hecha por Reuters, el instituto de transparencia dijo que la información adicional sobre la cobertura había sido reservada por cinco años.
Citó a la secretaría de Hacienda argumentando que revelar detalles podría aumentar los costos, afectar la política monetaria y la estabilidad financiera local.
"Esto es parte de la estrategia de México de dejar a los bancos y las grandes petroleras en la oscuridad sobre lo que están comprando y cuánto están pagando", dijo Gómez.
Cuando se le preguntó sobre detalles a Yorio, el funcionario destacó la importancia de la revisión de las fórmulas para la fijación de precios de exportación de crudo.
El año pasado, México cambió la fórmula de precios para las ventas de Maya a la Costa del Golfo de Estados Unidos para que se basara en un 65% en el West Texas Intermediate en Houston, un crudo ligero y dulce.
Antes, la fórmula incluía referencias al West Texas Sour, Brent y otros marcadores que en algunos casos han perdido liquidez. La fórmula también incluía previamente fueloil de alto contenido de azufre, que ha sido afectado por nuevas reglas marítimas que requieren que los barcos usen combustible más limpio a partir de este año.
¿Opciones o fondo? Funcionarios mexicanos involucrados en la cobertura en el pasado dijeron que el gobierno podría estar considerando aumentar su uso de un fondo de estabilización para garantizar los precios del petróleo como complemento de las opciones.
Desde mediados de la década de 2010, México comenzó a completar la diferencia entre el precio esperado de su cesta de exportación petrolera respecto al de las opciones contratadas con bancos y firmas petroleras mediante la disposición de recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros (FEIP).
Gómez y Julio Ruiz, otro exfuncionario involucrado en la cobertura hasta 2018, dijeron que se esperaba que México expandiera esta estrategia en los próximos años, pero advirtieron que tendría dificultades para mantener suficiente dinero en el fondo para cubrir completamente las exportaciones de petróleo.
"Tendrían que acumular una mayor cantidad de recursos en este fondo", dijo Gómez.
Pero esos cambios harán poco para calmar las preocupaciones de algunos que creen que México gasta demasiado en la cobertura, dijo Ruiz, y agregó que garantizar los ingresos petroleros aún era necesario dadas las presiones sobre México y la endeudada petrolera estatal.
"Claramente si escuchas algunos congresistas del partido de gobierno de Morena, muchos van a decir que están de acuerdo que este dinero no se debe utilizar para las coberturas petroleras, incluso utilizar los recursos del fondo para otros fines", dijo Ruiz quien considera que sin las coberturas las finanzas de México se volverían mucho más volátiles.