La explosión, que presuntamente fue provocada por un intento de robo, tiñó de rojo el cielo en el municipio de Tlahuelilpan en el estado central de Hidalgo este viernes.
Ciudad de México.- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, prometió este sábado intensificar los esfuerzos para atajar el robo de combustible después de una explosión en un oleoducto que causó la muerte de al menos 21 personas e hirió a docenas.
La explosión, que presuntamente fue provocada por un intento de robo, tiñó de rojo el cielo en el municipio de Tlahuelilpan en el estado central de Hidalgo este viernes.
Los videos mostraban a gente con garrafas de combustible procedente de la tubería, que estaba en llamas, mientras se veía a víctimas con quemaduras graves, lo que cuestiona la gestión del problema. López Obrador ha hecho una prioridad máxima de este asunto desde que asumió el cargo el 1 de diciembre.
El veterano dirigente de izquierdas López Obrador lanzó una ofensiva contra el robo de combustible el 27 de diciembre y ordenó que los oleoductos y gasoductos se cerraran temporalmente para evitar que los grifos ilegales arrebaten miles de millones de dólares de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
"Lejos de detener la lucha ... contra el robo de combustible, se hará más fuerte, continuaremos hasta que hayamos erradicado estas prácticas", dijo López Obrador, quien agregó que aumentará la presencia de seguridad en áreas sensibles. .
Existen vídeos en las redes sociales que muestran a personas que llenando garrafas del oleoducto durante el día y en presencia de las fuerzas armadas, lo que genera preguntas sobre por qué las autoridades no actuaron.
El gobierno dijo que los soldados llegaron a la escena después de que Pemex detectara el asalto, pero que no pudieron asegurar el área a tiempo.
"En algún momento había demasiada gente allí y el ejército y el personal militar se retiraron para evitar problemas", dijo el ministro de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, a la cadena Televisa. "Fue justo cuando se estaban retirando cuando ocurrió la explosión".
La cifra de muertos podría aumentar. Imágenes aéreas en la televisión mexicana mostraron lo que parecían ser cadáveres humeantes dispersos en el suelo cerca del incendio.
El gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, dijo que los servicios de emergencia habían registrado los cuerpos carbonizados de 21 personas y que al menos otras 71 habían resultado heridas. Sin embargo, dijo que el número de muertos aún podría aumentar a medida que las autoridades revisaron el lugar.
López Obrador dice que su medida de cerrar los oleoductos ha reducido en gran medida los robos, pero ha provocado temores en la economía, además de desencadenar déficits en el centro de México, incluido Hidalgo.
Poco después de que el gobierno dijera que se había extinguido el incendio del viernes, las imágenes de televisión mostraban tensos enfrentamientos entre las autoridades que vigilaban el sitio y los locales, argumentando que la cifra de muertos era significativamente mayor a 21.
El daño también planteó la posibilidad de un nuevo revés en la oferta del gobierno para restablecer el suministro de combustible.
El Director Ejecutivo de Pemex, Octavio Romero, dijo que el oleoducto roto, del que Durazo aseguró que las primeras pesquisas apuntaban que ya había sido perforado anteriormente, era vital para el transporte de un aditivo necesario para la gasolina producida en México.