Las multilatinas de alimentos y consumo están haciendo compras a futuro, incrementando sus precios y realizando eficiencias operativas para enfrentar el rally alcista en los precios diversas materias primas en el último año.
Preparar un sándwich o endulzar un café en el desayuno resulta cada día más costoso debido al rally alcista que muchas materias primas de los alimentos han experimentado en el último año.
Según datos del grupo financiero mexicano Banco Base de México, en los últimos 12 meses el precio de los commodities utilizados en esta industria como el trigo subió 39,11%, el azúcar 41,35%, el café 45,10%, la soya 47,28%, el maíz 68,11%, la carne de cerdo 89,10% y el aceite de soya 97%. El precio de otros insumos utilizados en la cadena de suministro como el aluminio se dispararon en 47,60%, el gas natural en 93,38%, la gasolina 87,15% y el acero en 280,95%.
Se trata de una ascendente carrera de precios que viene mellando los estados financieros de los grandes jugadores de consumo global, quienes preparan hoy medidas para aplacar este impacto. Es el caso de Unilever, cuyo director ejecutivo Alan Jope reconoció en julio pasado que la compañía se enfrenta a la presión inflacionaria más fuerte en una década, a medida que se disparan los costos de las materias primas, el empaque y el transporte.
Así, al cierre del primer semestre de 2021 el margen operativo subyacente del fabricante británico cayó 100 puntos base y alcanzó a 18,8%, tras la aceleración de los costos en el segundo trimestre.
“Nos enfrentamos a un aumento de los costes de los materiales. Nuestro primer reflejo es buscar ahorros en nuestro propio negocio para compensar estos costos, pero estos son de una magnitud que requerirá que sigamos teniendo algunos aumentos de precios”, dijo Jope tras informar los resultados del segundo trimestre de 2021.
Los golpes más fuertes para la caja de Unilever, según el ejecutivo, provienen del precio del aceite de palma, que se utiliza en muchos de sus productos, que aumentó 70% con respecto al primer semestre del año pasado, el aceite de soja que ahora cuesta 80% más, el aceite crudo (60%) y el transporte marítimo (entre 40% y 50% más).
Esto ha llevado a la compañía a subir los precios de algunos productos, como el helado y el shampoo (en la categoría de higiene personal), aunque el incremento se está haciendo de forma gradual, porque de lo contrario, según Graeme Pitkethly, CFO de Unilever, “se escandalizaría a los compradores”. Según el Pitkethly, la empresa “lo puede manejar”, pero “llevará tiempo”.
Asimismo, en junio de este año Procter & Gamble anticipó las medidas adoptadas debido a los mayores precios de las materias primas y también del transporte. Joe Moeller, director financiero de la compañía afirmó que esta situación aumentó en US$ 600 millones los costos del gigante estadounidense este año.
Ya en abril pasado, Procter & Gamble había anunciado que subiría los precios de sus productos, especialmente en la categoría de cuidado personal, aunque no dio detalles del nivel de este aumento.
IMPACTO MULTILATINO
Las multilatinas productoras de alimentos tampoco han sido la excepción. Es el caso de la peruana Alicorp, que en el segundo trimestre de 2021 reportó ventas por S/ 3.072 millones (US$ 750 millones, aproximadamente), valor 35,1% superior en comparación al segundo trimestre de 2020. No obstante, la utilidad neta de la empresa alcanzó S/ 44 millones (cerca de US$ 10,7 millones), y cayó 47,4% respecto del mismo periodo del año anterior.
En el negocio de consumo masivo en Perú, su mercado más importante. Alicorp registró ventas por S/ 952 millones (US$ 232,5 millones) en el segundo trimestre de 2021, creciendo 25,9% en comparación con el mismo periodo del año anterior, debido a la mayor demanda de productos y a la recuperación total de sus operaciones, que fueron limitadas durante el mismo periodo del año pasado, como consecuencia de las restricciones causadas por la pandemia. En tanto, el Ebitda disminuyó 17,9%, principalmente por mayores costos, ya que los precios de los commodities y el costo del dólar siguen al alza.
El tipo de cambio en Perú también le ha jugado un revés al fabricante de la mayonesa Alacena. “Las materias primas cotizan en dólares y, en Perú, desde mayo de 2020 a la fecha se ha dado un aumento del 18,9% en el tipo de cambio. Este factor incide también en otros insumos y servicios en la cadena de producción, como los envases (plásticos) y los costos de transporte y logística internacional”, comentó Alicorp al ser consultada sobre esta coyuntura de altos precios. “Todo esto ha impactado en el precio de diferentes categorías de alimentos y algunos otros productos en el mercado. Nuestra empresa compite con sus marcas en algunos rubros, pero en varios otros no tenemos ninguna presencia. Además, estas alzas se observan en varios otros países pues responden a un fenómeno global”.
Respecto a los precios, la multilatina peruana señala. “Desde Alicorp, entendemos el contexto complicado generado por la pandemia, no estamos trasladando toda el alza de estos factores a nuestros precios. Sin embargo, para cualquier compañía que opere estas categorías se vuelve necesario trasladar en algún nivel los mayores costos que afrontamos hoy en día”.
El mexicano Grupo Bimbo también es consciente del retador panorama de los commodities a nivel global. A fines de julio, en un conference call con inversionistas informó sobre los resultados del segundo trimestre de 2021 y dio a conocer el retador escenario que enfrenta. “De cara al futuro, nos enfrentamos a un entorno inflacionario significativamente más alto y vemos aumentos en las materias primas, las tarifas y el costo laboral. Hemos estado tomando medidas para cubrir estos aumentos de costos en nuestras diferentes geografías y continuaremos con la misma estrategia durante el resto del año”, dijo Daniel Servitje, presidente de Grupo Bimbo.
Diego Gaxiola, CFO de la compañía, agregó: “Hemos sido muy proactivos en la comprensión de los impactos que tenemos en el costo de nuestros productos básicos y otros insumos y hemos podido abordar en los diferentes mercados a diferentes niveles”.
En ese sentido, en su reporte enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la empresa explicó que se encuentra expuesta a riesgos de tasa de interés y riesgos de tipo de cambio, así como de riesgos de precio de algunos insumos.
“Para lo anterior, la compañía en ocasiones utiliza instrumentos financieros derivados (que prometen la entrega de materias primas a un precio acordado) para mitigar el posible impacto de fluctuaciones en dichas variables y precios sobre sus resultados. El objetivo para celebrar operaciones con derivados es únicamente de cobertura”, dice el reporte.
De esta forma, Grupo Bimbo busca minimizar los riesgos de variación en los precios internacionales de sus insumos, principalmente el trigo, y dar la mayor certeza posible a sus costos futuros.
Por su lado, Coca-Cola FEMSA ha tenido que tomar medidas para garantizar ahorros y eficiencias operativas. “Como parte de nuestro perfil resiliente y enfoque disciplinado, nuestras iniciativas de cobertura de materias primas, combinadas con eficiencias de costos y gastos nos han permitido proteger nuestra rentabilidad, navegando con éxito en entornos que aún son volátiles los precios de sus productos”, dijo John Santa Maria, Director General de Coca-Cola Femsa durante la presentación de sus resultados al segundo trimestre de 2021.
“Para 2021, esperamos redoblar nuestros esfuerzos para proteger los márgenes a través de eficiencias en nuestras exitosas estrategias de cobertura de materias primas. Para darle una idea de estas estrategias, tenemos que cubrir 100% de nuestras necesidades de PET (politereftalato de etileno, usado para elaborar envases) y más de 85% de las necesidades de aluminio en México a precios inferiores a los que pagamos en 2020. “Creemos que esta estrategia nos ayudará a compensar parcialmente la volatilidad de las materias primas en nuestros mercados”, dijo Constantino Spas, director financiero de Coca-Cola FEMSA.
Esta decisión ha permitido a la compañía cubrir todas sus necesidades de PET para el resto de 2021 y casi el 50% de 2022 a precios ligeramente inferiores a los registrados este año. En el caso del azúcar, la embotelladora de Coca-Cola en México tiene cubierto cerca del 70% de sus necesidades del año y casi el 50% para 2022 “a precios muy atractivos”, según Eugenio Garza, director de Finanzas de FEMSA.
De esta forma, ya sean de alimentos, bebidas o de consumo, las empresas de estas industria viene haciendo ajustes y tomando previsiones para hacer frente al más reciente boom de commodities, que a medida que la economía mundial se despierte gradualmente de la pesadilla del COVID-19, amenaza con permanecer por un buen tiempo.