La operación que dejaba en manos de la petrolera mexicana el control de Royal Dutch Shell en la refinería de Deer Park, en Texas debía concretarse este miércoles por unos US$ 596 millones.
Una revisión de seguridad nacional ha retrasado la venta de la participación de control de Royal Dutch Shell en la refinería de Deer Park, en Texas, a su socia, la petrolera estatal mexicana Pemex, dijo el martes la empresa.
Shell anunció en mayo que vendería su participación del 50% en la refinería de 302,800 barriles por día (bpd) a su socia Pemex por alrededor de US$ 596 millones. Se esperaba que la venta se cerrara este miércoles.
La aprobación del poderoso Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS) es el último obstáculo para transferir el control total de la refinería de Texas a Pemex, dijeron personas familiarizadas con el asunto.
"Aunque esperábamos poder concluir la venta de la refinería Deer Park antes en el proceso de revisión del CFIUS, seguimos apuntando a finales de 2021 como fecha de cierre para la transferencia de la participación de Shell en la refinería", dijo el portavoz de Shell, Curtis Smith.
Pemex no respondió a una solicitud de comentarios. Una fuente de la empresa cercana al tema dijo que la petrolera considera que la aprobación va de acuerdo a lo planeado y que confían en que el aval regulatorio se dará hacia mediados de diciembre.
Un portavoz del CFIUS declinó hablar al respecto.
"No hay una nueva fecha de cierre", dijo una de las personas familiarizadas con el asunto. "Podría ser la próxima semana. Podría ser a principios del próximo año", añadió.
El representante estadounidense Brian Babin, un republicano que representa al sureste de Texas, dijo en junio que tenía "importantes preocupaciones" sobre el acuerdo y pidió a los departamentos del Tesoro y de Energía que hicieran una revisión completa de la venta.
Babin dijo que "no está seguro de que Pemex tenga los medios corporativos para operar una instalación de este tipo en Estados Unidos", según su carta del 21 de junio a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y a la secretaria de Energía, Jennifer Granholm.
Según el acuerdo de venta, Shell mantendrá el control de su planta química vecina, de su propiedad absoluta, y tendrá sólo una refinería en Estados Unidos, la planta de 230,611 bpd en Norco, Luisiana.