Según informó la compañía ecuatoriana, luego de instalar una nueva variante en su tubería debido al avance de una erosión en la región amazónica, volverá a operar mañana, y retomará la exportación de crudo Napo a partir del 3 de enero.
El oleoducto de crudos pesados de Ecuador reiniciará su operación desde el 31 de diciembre, luego de instalar una nueva variante en su tubería debido al avance de una erosión en la región amazónica y retomará la exportación de crudo Napo a partir del 3 de enero, dijo este miércoles OCP Ecuador.
El gobierno declaró el 13 de diciembre fuerza mayor sobre las exportaciones de petróleo y contratos de producción ante el avance del fenómeno natural, que obligó a la interrupción forzada del bombeo en el oleoducto privado OCP y el estatal SOTE y a bajar la producción del país andino.
"OCP Ecuador ha logrado finalizar con la construcción del bypass antes de tiempo y está listo para reiniciar sus operaciones este 31 de diciembre, una semana antes de lo previsto inicialmente", explicó en un comunicado.
"De igual manera, se espera realizar la primera exportación de crudo Napo el 3 de enero 2022 a través del Terminal Marítimo de OCP en Esmeraldas", añadió.
La nueva variante del OCP tiene una extensión de aproximadamente 4 kilómetros y está ubicada en el sector Piedra Fina, donde a inicios de diciembre se reactivó la erosión que avanza desde el año pasado por el cauce del río Coca.
De su parte, el oleoducto estatal SOTE, con una capacidad de transporte de 360.000 barriles diarios (bpd) y operado por la estatal Petroecuador, tiene previsto concluir con la construcción de su séptima variante y retomar el bombeo desde el 30 de diciembre.
El gobierno ha dicho que el impacto económico por la emergencia en el sector petrolero de Ecuador ascendería a unos US$ 600 millones.
Tras la emergencia, la producción de crudo de Ecuador bajó el 27 de diciembre a un neto de 91.479 bpd desde el promedio de 485.000 bpd que reportaba antes de los incidentes, según datos del Ministerio de Energía.
En abril del 2020, ambos oleoductos sufrieron una rotura de la tubería por el hundimiento de tierra en la zona por el mismo fenómeno natural, lo que llevó al país a declarar fuerza mayor en sus exportaciones y bajar sus niveles de producción.
La erosión también amenaza a la captación de agua de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, la más grande del país, y ha cerrado una carretera principal que conecta la capital Quito con el Amazonas.