La estatal ya no estará obligada a licitar su capacidad excedente de transporte de petrolíferos; un juez dicta la medida a días de que la CRE renunciara a regular los precios mayoristas de la estatal.
Sin haber realizado una sola modificación al marco legal vigente —por lo menos en lo que implica discusiones en el legislativo— y sólo dejando sin efecto normas y acuerdos de menor jerarquía, la administración actual prácticamente concluyó la devolución del poder sustancial, es decir, del monopolio, a Petróleos Mexicanos (Pemex) en los mercados que iniciaron la competencia a partir del 2014.
Tan sólo en la última semana, dos ámbitos distintos y descentralizados del gobierno central fallaron a favor de la estatal para otorgarle atribuciones que se habían eliminado para estimular la competencia. El martes, el Poder Judicial falló a favor de Petróleos Mexicanos y gracias a un amparo suspendió su obligación de ceder capacidad de transporte remanente en sus ductos y terminales de transporte y almacenamiento de combustibles.
Esto significa la cancelación de las temporadas abiertas para arrendamiento de capacidad, si bien no tuvieron el éxito esperado luego de que sólo se adjudicó capacidad una sola empresa, Tesoro, en sólo tres zonas de influencia tras seis procesos licitatorios.
La eliminación total para que Pemex Logística ceda capacidad en sus ductos y terminales de almacenamiento resultó de un amparo que admitió el primer tribunal colegiado especializado en telecomunicaciones y competencia económica el 5 de diciembre pasado.
El recurso, según Reforma, fue promovido por Pemex Transformación Industrial contra el acuerdo A/015/2018 de la CRE. La sentencia es inapelable.
Gonzalo Monroy, consultor energético de GMEC, explicó a El Economista que el fallo era previsible, dado que la petrolera estatal argumentó en repetidas ocasiones que carecía de capacidad remanente en los ductos y terminales de su propiedad en Veracruz y el Bajío. Con ello, los amparos contra el acto de autoridad de la CRE fueron promovidos para cinco sistemas específicos, en Tuxpan, Pajaritos, Guadalajara y el resto de Jalisco. Al sentenciar a favor de Pemex en estos puntos, como norma general el acuerdo de dejar sin efectos la obligación de otorgar acceso abierto queda sin efecto en territorio nacional.
“Pemex no tenía capacidad de sobra, ya lo sabíamos. Sostuvo que una temporada abierta para 2% de su capacidad era una pérdida de tiempo. El problema es que muchos inversionistas necesitaban anclar su actividad en México contando con la base firme o variable que les pudiera dar Pemex en sus sistemas”, dijo Monroy.
Así, únicamente se implementaron tres cesiones de capacidad mediante temporadas abiertas en el país, y en todas resultó ganadora con alrededor de 25% de la capacidad de los sistemas la estadounidense Andeavor, antes Tesoro.
Con ello, está firma que importa combustibles para la red de gasolinas de su conglomerado, con la marca Arco en México, es la única empresa ganadora de las temporadas abiertas exitosas que ha realizado Pemex Logística para arrendar capacidad de almacenamiento y distribución en Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora.
Pero además, en la sesión del órgano de gobierno del lunes pasado, la propia Comisión Reguladora de Energía dejó sin efectos otro acuerdo, el A/057/2018 con el cual el regulador determinaría el tope de precios de venta de primera mano de gasolinas y diésel para sus clientes distribuidores del país. Con el retorno de esta atribución, Pemex podrá de nuevo otorgar descuentos, con lo que decidirá también la confirmación y quiénes serán sus competidores en distintos mercados.
Estos cambios implican que Pemex podrá celebrar contratos bilaterales que no tendrán supervisión alguna y por tanto no darán información del mercado para quien busque invertir, explicó finalmente el especialista. En materia de gas natural, Pemex se vio obligado a ceder hace dos años 30% de sus contratos de comercialización, regulación que también se basa en un acuerdo y podría revertirse.