Arabia Saudita, el principal exportador de crudo, podría reemplazar el volumen con su capacidad ociosa de alrededor de 1,8 millones de bpd, y otros miembros de la OPEP, como Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, también pueden aumentar el bombeo.
Londres. Una gran capacidad ociosa de otros productores de petróleo y reservas estratégicas pueden compensar la pérdida de exportaciones de crudo venezolano, lo que ayuda a explicar la tibia reacción de los precios a las sanciones que Estados Unidos anunció hace una semana.
Venezuela exporta alrededor de 1 millón de barriles de petróleo por día, aproximadamente el 1% de la producción mundial, de los cuales la mitad va a Estados Unidos. Muchas refinerías estadounidenses están diseñadas para operar con leyes de crudo más pesadas y ácidas, que en buena parte provienen de Venezuela.
Arabia Saudita, el principal exportador de crudo, podría reemplazar el volumen con su capacidad ociosa de alrededor de 1,8 millones de bpd, y otros miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), como Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, también pueden aumentar el bombeo.
Venezuela es uno de los miembros fundadores de la OPEP y una vez fue uno de los tres principales productores, pero el bombeo ha bajado durante años por el desplome de la economía del país. Junto con Libia e Irán, Caracas está exenta del último recorte de suministro liderado por la OPEP.
La disminución previa hace que la pérdida potencial de las exportaciones venezolanas sea menos significativa. El crudo Brent, el índice de referencia mundial, se negociaba a menos de US$63 el barril el martes, lo que se compara con los US$61 del 29 de enero, un día después de que Estados Unidos impuso sanciones a la petrolera estatal venezolana PDVSA.
"Cortar a Venezuela de los mercados petroleros mundiales proporcionaría una apoyo de corto plazo para los precios del petróleo, pero su importancia sería limitada", dijo Mihir Kapadia, presidente ejecutivo de Sun Global Investments.
"Estados Unidos buscará en otras partes las importaciones de petróleo, y los refinadores se adaptarán", añadió.
En contraste, una huelga en 2002-2003 contra el gobierno del expresidente Hugo Chávez redujo el suministro y elevó los precios a niveles que entonces se consideraban indignantes, de más de US$30 por barril, lo que llevó a Arabia Saudita a intervenir para evitar una escasez de oferta.
Además de que otros productores pueden bombear más petróleo, Estados Unidos tiene aproximadamente 650 millones de barriles de crudo en su Reserva Petrolera Estratégica (SPR), que los ejecutivos del sector anticipan que el presidente Donald Trump aprovechará si los precios se disparan.
Dos tercios del volumen total de esas reservas son crudo ácido.
"La reacción del mercado es bastante tenue", dijo un alto funcionario del sector petrolero. "Hay un montón de capacidad adicional más el SPR si es necesario. Trump no permitirá que los precios suban bruscamente".