Varios informes de la estatal ecuatoriana alertan de la escasez que podría verse en los próximos años en la reservas de crudo del país. Es urgente certificar las reservas probables y posibles para viabilizar esa explotación, destacan.
Quito. Las reservas probadas, probables y posibles de petróleo del Ecuador se agotarán en menos de una década. Varios informes y análisis petroleros, dependiendo del año de partida, así como del factor de recobro, tienen cálculos similares. En todos alertan de lo finito de dichas reservas, sobre todo si no existiera la inversión y tecnología necesaria para hacer una mejor recuperación.
En el último informe de Petroecuador sobre las reservas petroleras de 2019 se indica que las reservas probadas llegan a 1.303 millones de barriles; las probables son de 276 millones de barriles y las posibles ascienden a 660 millones.
Así, las reservas totales llegarían a 2.239 millones de barriles en 2019. En cambio para diciembre de 2020, esas reservas ya se habían reducido a 1.887 millones de barriles, según datos exhibidos por la Coalición Petrolera.
Con base en estos datos, Fernando Santos, asesor del ministro de Energía, dice que si se toma en cuenta que la producción anual llega a casi 200 millones, habría reservas para 9 años. “El petróleo fácil se terminará”, pero la buena noticia es que existen recursos altos en la Amazonía, que se los puede explotar con inversión y tecnología. Para ello, deben venir empresas extranjeras, dice.
Para el analista petrolero Miguel Robalino es importante entender que las reservas probadas son las económicamente comerciales. Las probables les faltan fases, como por ejemplo la perforación y las posibles, en cambio, requieren de sísmica y perforación.
Robalino, por su parte, hace un cálculo distinto, y sostiene que las probables, que son las efectivamente utilizables al momento, llegan a 1.359 millones de barriles, que a un nivel de producción de 185 millones de barriles por año podría significar que aún hay petróleo para siete años, es decir, hasta el 2025.
Entonces lo que corresponde es hacer viables las probables y posibles. Para que esto suceda, el Gobierno venidero debería tener desde ya un plan para certificar reservas y solo entonces se podría lograr que haya al menos 13 años más de crudo. Robalino lamentó que en los planes de Gobierno de los candidatos presidenciales que podrían pasar a segunda vuelta, este tema no existe.
Hace pocos días Fernando Villavicencio (actual asambleísta electo), dijo que las reservas probadas solo durarían cuatro años más. Esto, porque si bien existían 1.300 millones en el 2019, para el 2021 estas estarían ya en 900 millones de barriles. Para Villavicencio es importante pensar en la era pospetrolera y buscar alternativas como políticas agrarias y de turismo.
Entre tanto, Robalino aseguró que al actual Gobierno le corresponde trabajar de manera urgente en contratos de perforación de pozos para así poder sostener la producción. El experto considera que en los últimos 14 años los dos últimos gobiernos (Rafel Correa y Lenín Moreno) han dejado caer la producción y en el abandono la industria.