El lote a explotar por las dos empresas es el activo petrolero más importante de Perú, con una superficie superior a las 512.340 hectáreas. La producción había quedado paralizada en febrero, al expirar el contrato de explotación de la también canadiense Frontera.
La petrolera canadiense Altamesa Energy fue escogida por la petrolera estatal peruana Petroperú como su socia en la explotación del Lote 192, el mayor yacimiento petrolífero del país, se informó este miércoles.
La producción de crudo en el Lote 192, ubicado en Loreto, la mayor región de la Amazonía peruana, quedó paralizada en febrero, al expirar el contrato temporal de explotación de la compañía también canadiense Frontera.
La explotación se reanudará cuando culmine un proceso de consulta previa que con las comunidades nativas, que deben aprobar el nuevo contrato. El proceso, a cargo del Ministerio de Energía y Minas y de la empresa estatal Perú-petro, se ha visto dilatado por la pandemia de COVID-19.
Altamesa será el socio mayoritario de Petroperú, que volverá al negocio de la producción de crudo por mandato de una ley del Congreso peruano dictada a finales de 2015.
Hasta 90 pozos operativos. El Lote 192 abarca una superficie de más de 512.000 hectáreas que incluye tres ríos (Pastaza, Corrientes y Tigre) en cuyas cuencas se asientan numerosas comunidades indígenas. La producción básica promedio es de unos 10.500 barriles al día y posee 250 pozos perforados, de los cuales se consideran activos alrededor de 90.
Se estima que tiene como reservas 127 millones de barriles de crudo mediano, liviano y pesado, materia prima que servirá para la puesta en funcionamiento de la modernización de a Refinería de Talara, cuya obra está ya en su fase final.
El Lote 192 es también el yacimiento de la Amazonía peruana con más incidentes de contaminación reportados en los últimos veinte años, según una investigación publicada el pasado año por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH).
Hay detectados casi 1.200 puntos impactados por la contaminación producida por la actividad petrolera que están pendientes de ser descontaminados y cuya superficie equivale a unas 36,5 hectáreas, lo que requeriría unos 24.000 camiones para extraer las partes afectadas.