El director general de Talos, Timothy Duncan, señaló que a pesar de la designación actual de Pemex como operador del campo Zama, "todavía esperamos que sea posible alcanzar un resultado negociado que respete el Estado de Derecho".
Talos Energy presentó al Gobierno de México "notificaciones de disputa" vinculadas en parte con la decisión de designar a la estatal mexicana Pemex operadora de un yacimiento marino de crudo que comparte con un consorcio liderado por la empresa estadounidense.
A inicios de julio, la Secretaría de Energía (Sener) notificó a las partes involucradas su decisión de conceder a Pemex la operación de Zama, un yacimiento en aguas someras descubierto por Talos en 2017 y considerado el mayor hallazgo petrolero de empresas privadas en el país en décadas.
"A pesar de la designación actual de PEMEX por parte de SENER como operador del campo Zama, todavía esperamos que sea posible alcanzar un resultado negociado que respete plenamente las consideraciones del Estado de Derecho", dijo el director general de Talos, Timothy Duncan, citado en un comunicado divulgado por Talos.
"Hacemos un llamado respetuoso al Gobierno de México a establecer negociaciones y consultas significativas con Talos, considerando todos los elementos sobre la estructura ideal para la operación de Zama y salvaguardando nuestros derechos como inversionistas extranjeros", añadió.
Talos dijo que decisiones de la Sener, entre ellas la designación de Pemex como operador de Zama, violan el acuerdo comercial de América del Norte, el TMEC, en el que participan Canadá, Estados Unidos y México.
La empresa, con sede en Houston, no detalló las otras decisiones a las que se refería, pero dijo que buscaba resolver la controversia a través de consultas y negociaciones, evitando "más acciones legales", incluyendo un arbitraje.
La Sener no respondió de inmediato a una consulta sobre lo dicho por Talos.
El consorcio que lidera Talos pero que integran ahora también la alemana Wintershall Dea y la británica Harbour Energy, ganó el bloque en el que está Zama en una licitación tras la reforma energética de 2013/14, que profundizó la apertura del sector energético al capital privado y extranjero.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, es un férreo detractor de esa reforma y asegura que sólo sirvió para debilitar a Pemex y a la también estatal eléctrica CFE. Su Gobierno ha intentado revertir la reforma.