Al convertir la electricidad renovable en combustible, la tecnología Power to X podría liberar al transporte, la calefacción y al proceso industrial de los combustibles fósiles. Y el clima lo agradecería.
La tecnología Power-to-X puede servir como elemento importante para el suministro de energía climáticamente neutral. Power significa poder (en este caso, energía) y X, el tipo de energía convertida.
Convertir la energía en hidrógeno. Power-to-X también podría resolver otro de los mayores obstáculos de la transición energética: el almacenamiento. Las turbinas eólicas en el norte de Alemania, por ejemplo, producen a veces tanta energía que tienen que desconectarse de la red para evitar que se sobrecarguen.
Ese exceso de energía podría usarse para separar el agua en oxígeno e hidrógeno, a través de la electrólisis. El hidrógeno no solo puede almacenarse y guardarse, sino que también puede usarse para calentar edificios o fabricar acero, entre otras cosas.
Y convertir el hidrógeno en combustible. Una vez se haya obtenido hidrógeno, a través de un proceso en el que se agrega dióxido de carbono, se puede generar queroseno sintético, gasolina o diésel. El "Power to Liquid" o "energía a líquido”, también se puede utilizar para fabricar diversos productos químicos.
La tecnología en sí no es nueva. Ya durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania produjo grandes cantidades de queroseno sintético para sus Fuerzas Armadas. Ahora, mientras se buscan formas de prescindir de los combustibles fósiles, se está experimentando un renacimiento de esta tecnología y se han construido varias plantas, principalmente en Europa.
El CO2, necesario para generar estos combustibles, se puede filtrar de las emisiones de las plantas de energía a base de carbón, cemento o biogás o directamente desde el aire.
En 2017, la compañía suiza "Climeworks” inauguró una planta comercial con enormes ventiladores absorbentes que succionan, cada año, alrededor de 900 toneladas métricas de CO2 del aire. La compañía dice que esto actualmente cuesta alrededor de 550 euros (US$610) por tonelada métrica de CO2, aunque los expertos opinan que si hubiese una mayor demanda, los precios podrían bajar hasta 50 euros (US$55) por tonelada para 2050. Ahora hay 14 plantas de este tipo en Europa.
Reduciendo costos. En este momento, los altos costos son probablemente el mayor obstáculo para que la teconología Power-to-X cubra cada vez más nuestras necesidades de energía. La mayor parte del hidrógeno todavía se produce a partir del petróleo crudo y el gas natural, que es mucho más barato que obteniéndolo de la energía eólica.
Aún así, Michael Sterner, profesor de economía energética en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Regensburgo, señala que si se tuvieran en cuenta los costos del daño climático, "el hidrógeno se establecería rápidamente como una alternativa".
Sterner, pionero en dicha tecnología, opina que se ha alcanzado una etapa en la que los costos podrían comenzar a descender. "Ahora estamos comenzando a entrar en la producción industrial", dijo a DW. El profesor comenta que hace 20 años, la energía solar fotovoltaica (PV) todavía parecía demasiado costosa pero, con el apoyo estatal, la demanda se disparó, la tecnología mejoró y las economías de escala ayudaron a que los costos cayeran en picado.
"No hubo producción en masa y solo unos pocos vieron el potencial", dice Sterner sobre la PV. "Ahora la energía solar es increíblemente barata y se está convirtiendo en la fuente de energía más importante", afirma.
Los altos costos no son el único obstáculo para el potencial de Power-to-X. También hay límites para su eficiencia, porque cuando un tipo de energía se convierte en otra energía, siempre se pierde algo en el camino.
Aumento de la demanda energética. En la Asociación Alemana de la Industria Química creen que la producción neutral -en cuanto a emisiones de carbono- de productos químicos podría ser posible para 2050, si el gobierno hace lo suficiente para apoyar la energía Power to X.
Según un estudio encargado por la industria química, cambiar a Power to X significaría que dentro de 15 años, el sector químico alemán necesitaría tanta electricidad como la que todo el país consumió en 2018.
En un estudio diferente, donde se analiza cómo alcanzar los objetivos climáticos de París, Christian Breyer, profesor de economía solar en la Universidad LUT en Finlandia, estima que abandonar el carbón, el petróleo y el gas por los combustibles de Power to X cuadruplicaría la demanda de energía de Europa.
Sin embargo, agrega que esta demanda adicional puede cubrirse con energía eólica y solar, lo que significaría que todo un sistema de energía alimentado por energías renovables no solo es técnicamente posible, sino también asequible.