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Un mundo 4°C más cálido: no sólo una crisis del agua
Vie, 04/10/2013 - 10:19

Julia Bucknall

Un mundo 4°C más cálido: no sólo una crisis del agua
Julia Bucknall

Julia Bucknall dirige el departamento del Agua dentro del Banco Mundial. También ha trabajado como Especialista Principal de Recursos Naturales en Oriente Medio del Banco Mundial y el Norte de África. Durante los últimos15 años ha trabajado en proyectos de inversión en agua y trabajo analítico en el norte de África, Asia Central, Europa Central, Camboya y América Central. Estudió en la Universidad de Cambridge y el MIT, donde obtuvo una Maestría en Política y Planificación Ambiental.

Se habla mucho de una crisis del agua. Los que trabajamos en este tema, en realidad no vemos sólo una, ya percibimos desde ahora varias crisis del agua, que empeoran a medida que avanzamos hacia 2°C y, finalmente, 4°C por encima de las temperaturas de la era preindustrial.

Se registran inundaciones en algunos lugares, sequías en otros, funcionamiento y mantenimiento deficientes que no permiten que la infraestructura proteja a los ciudadanos en algunos sitios; falta de aplicación de las normas que conducen a crisis de contaminación o sobreexplotación descontrolada de las aguas subterráneas en muchos otros. De manera que hay muchas crisis del agua, algunas causadas ​​por la naturaleza, otras por los seres humanos y en la mayoría de los casos, una mezcla de ambas. Cuando las crisis del agua se combinan con las crisis de gobierno y económicas estamos ante un colapso social. (i)

En la versión del informe del Banco Mundial Turn Down the Heat (Bajemos la temperatura), los autores predicen numerosas crisis del agua en las tres zonas del mundo que examinan en detalle: Asia sudoriental, Asia meridional y África al sur del Sahara. Cada una de estas sería una verdadera crisis si se agregan inadecuadas decisiones humanas e inestabilidad política y económica.

El informe predice un mundo 2°C más cálido durante esta generación y al menos 40% de probabilidades de llegar a 4°C o más al final del siglo. Para ese momento, estiman que el total de áreas extremadamente áridas y áridas en África se habrán expandido 10% en comparación con el periodo 1986-2005. Donde aumenta la aridez, los rendimientos de los cultivos se reducen a medida que se acortan las estaciones. En Asia meridional, se prevé la ampliación de la estacionalidad, con una disminución de hasta 30% de las precipitaciones durante la estación seca y un aumento del 30% en la estación húmeda en un mundo 4°C más cálido. Asia sudoriental enfrenta una combinación de efectos, con aumento de los niveles del mar, urbanización y régimen de  precipitaciones, todos los cuales cambian para crear una vulnerabilidad masiva en el delta del Mekong en particular.

El informe advierte sobre una gran incertidumbre y mucha preocupación por el comportamiento de la estación de los monzones. “Conforme a las proyecciones, dado un cambio climático medio de la Tierra próximo a 4ºC, se proyecta 10% de aumento de la intensidad anual media de los monzones y 15% de aumento de la variabilidad de un año al otro de las precipitaciones durante los monzones de verano en India, en comparación con los niveles normales que se registraron en la primera mitad del siglo XX.

Tomados en conjunto, esos cambios suponen que una estación de monzones extremadamente húmeda, para la que actualmente solo existe una probabilidad de una cada 100 años, podrá producirse cada diez años a más tardar al final de este siglo”. Sin embargo, el informe hace hincapié en los efectos devastadores de los cambios que probablemente ocurran en las próximas dos décadas, lo que agrava las vulnerabilidades existentes de la mezcla de malas decisiones y precipitaciones difíciles de manejar. Si no se actúa, estos cambios socavarán los esfuerzos para reducir la pobreza.

La probabilidad es demasiado alta y los posibles impactos son demasiado catastróficos para una estrategia de ver y esperar. Se pueden aplicar muchas acciones sensatas sobre políticas, institucionales y de inversión ahora que ayudarán en el presente. La nueva información de este documento aumenta el valor de esas medidas también en el largo plazo.

*Esta columna fue publicada originalmente en la zona de blogs del sitio web del Banco Mundial.

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