Cientos de nepalíes huían el lunes de la capital Katmandú en dirección a las llanuras, aterrorizados por dos días de fuertes réplicas tras un devastador terremoto y en medio de una escasez generalizada de alimentos y agua.
El número de muertos en Nepal por el peor terremoto que ha golpeado al país en ocho décadas subió a 3.726, dijo este lunes un funcionario del Ministerio del Interior.
Esa cifra representa un aumento de 500 desde este lunes más temprano. Algunos en el Gobierno temen que la cifra de fallecidos por el terremoto magnitud 7,9 ocurrido el sábado podría llegar hasta 5.000.
Cientos de nepalíes huían el lunes de la capital Katmandú en dirección a las llanuras, aterrorizados por dos días de fuertes réplicas tras un terremoto que dejó más de 3.700 muertos y en medio de una escasez de alimentos y agua.
Las vías para salir de la ciudad de un millón de habitantes ubicada en un valle estaban abarrotadas de personas, muchas de ellas con bebés en sus brazos, tratando de subir a los autobuses o de conseguir un aventón a bordo de automóviles y camiones.
Muchos dijeron que habían dormido a la intemperie desde el terremoto del sábado, ya sea porque sus casas fueron destruidas o porque temían que las réplicas podrían derrumbarlas.
"Estamos escapando", dijo Krishna Muktari, que administra una pequeña tienda de abarrotes en la ciudad de Katmandú. "¿Cómo se puede vivir aquí? Tengo hijos, no pueden salir corriendo de la casa toda la noche", agregó.
Las autoridades abrumadas estaban tratando de lidiar con la escasez de agua potable y alimentos, así como la amenaza de enfermedades.
Los enfermos y heridos yacían a la intemperie en la capital, sin posibilidad de encontrar camas en hospitales de la ciudad devastada. En las afueras del hospital Colegio Médico de Katmandú, cirujanos establecieron un centro de operaciones dentro de una tienda de campaña.
"Estamos abrumados con solicitudes de rescate y asistencia de todo el país", dijo Deepak Panda, un miembro de la entidad de Nepal para enfrentar los desastres.
Mientras, en los Himalayas, cientos de montañistas extranjeros y locales permanecían atrapados después de que una enorme avalancha dejó 17 muertos en el peor desastre que golpea al Monte Everest.
En Katmandú y otras zonas, las familias exhaustas tendieron colchones en las calles y levantaron tiendas de campaña para protegerse de la lluvia.
Las personas hacían filas para obtener agua desde la parte posterior de camiones, mientras que unas pocas tiendas comerciales seguían abiertas con casi nada en sus estantes. Multitudes se agolpaban en una farmacia para obtener medicamentos.
Se confirmó que un total de 3.218 personas murieron en el terremoto de magnitud 7,9, dijo el lunes un funcionario de la policía, el peor desastre de ese tipo en Nepal desde 1934, cuando fallecieron 8.500 personas. Más de 6.500 personas resultaron heridas.
Otras 66 personas murieron en la frontera con India y al menos otras 20 fallecieron en el Tíbet, dijo la agencia de noticias estatal de China.
La cifra de muertos probablemente aumentará, ya que los rescatistas aún luchan por alcanzar regiones remotas en el empobrecido y montañoso país de 28 millones de habitantes, y cuando se recuperen los cuerpos enterrados debajo de escombros.
Pocas señales de ayuda. Con tanta gente durmiendo a la intemperie sin servicios básicos y con predicciones de lluvias, aumentaban los temores de una importante escasez de alimentos y agua. En el país, cientos de pueblos han sido abandonados a su suerte.
"No hay electricidad, no hay agua. Nuestro principal desafío y prioridad es restaurar la electricidad y el agua", dijo el funcionario del Ministerio del Interior Laxmi Prasad Dhakal.
"El próximo gran desafío es el suministro de alimentos. Los comerciantes no pueden entrar y abrir sus tiendas. Así que las personas se enfrentan a dificultades para comprar comida", agregó.
Varios países se apresuraron a ofrecer ayuda y personal.
India envió vía aérea insumos médicos y equipos de ayuda, mientras que China mandó a un equipo de emergencia de 60 efectivos. El Ejército paquistaní anunció el envío de cuatro aviones C-130 con un hospital de 30 camas, equipos de búsqueda y rescate, e insumos.
Un portavoz del Pentágono dijo que un avión militar estadounidense con 70 personas llegaría a Katmandú el lunes. Australia, Gran Bretaña y Nueva Zelanda dijeron que enviarían equipos de búsqueda y rescate a Katmandú a petición de Nepal.
Gran Bretaña, que cree que varios cientos de sus ciudadanos se encuentran en Nepal, también enviará suministros y médicos.
Sin embargo, han habido pocas señales de asistencia en terreno hasta ahora, debido a que algunos de los vuelos con ayuda no pudieron aterrizar por las réplicas que provocaron el cierre del principal aeropuerto de Katmandú varias veces el domingo.
En los Himalayas, cientos de escaladores sintieron temblores el domingo lo suficientemente potentes como para enviar nieve y rocas en cascada hacia ellos. Otra réplica se sintió la madrugada del lunes.
La enorme y mortal avalancha del sábado generada por el terremoto causó pánico en el campamento base del Everest, una "ciudad" de tiendas de campaña desde donde los alpinistas comienzas su "ataque" a la cima más alta del mundo.
"Fue un sonido monstruoso, como si los demonios hubieran descendido sobre la montaña", dijo Khile Sherpa, un guía nepalés a Reuters, al recordar el momento de la avalancha.
Khile fue uno de los pocos afortunados que fue llevado a un lugar relativamente más seguro en Katmandú, pero el desastre ha subrayado el estado lamentable de las instalaciones médicas de Nepal.
El país sólo posee 2,1 médicos y 50 camas de hospitales por cada 10.000 personas, según un informe de la Organización Mundial de la salud del 2011.
Los cadáveres, incluyendo el de un niño de unos siete años, eran amontonados en un cuarto oscuro, en el Hospital Escuela de la Universidad Tribhuvan. El hedor a muerte era abrumador.
Rajiv Biswas, economista jefe para el Asia-Pacífico de la firma de investigación de negocios IHS, dijo que los costos de reconstrucción de largo plazo en Nepal, utilizando normas apropiadas para zonas de terremotos podría superar los 5.000 millones de dólares, o alrededor del 20 por ciento del PIB del país.
"Con los estándares de construcción en Nepal siendo extremadamente bajos (...) el impacto del terremoto ha sido devastador al basarse en los reportes iniciales", aseguró en un análisis preliminar de los probables daños.