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Potencias se reúnen en Londres para discutir el futuro de Libia
Martes, Marzo 29, 2011 - 06:48

El primer ministro británico, David Cameron, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, pidieron este lunes a Gaddafi que se marche y a sus seguidores que lo abandonen antes de que sea "demasiado tarde".

Trípoli/ Londres. Las potencias mundiales se reunían este martes para tratar de sentar las bases de una Libia sin Muamar Gaddafi después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijera que las fuerzas de su país no se estancarían tratando de derrocar al líder libio.

El primer ministro británico, David Cameron, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que encabezaron la iniciativa para una intervención en el conflicto, pidieron este lunes a Gaddafi que se marche y a sus seguidores que lo abandonen antes de que sea "demasiado tarde".

"Pedimos a todos los libios que crean que Gaddafi está llevando a Libia al desastre que tomen la iniciativa ahora y organicen un proceso de transición", dijeron en un comunicado.

Alentados por la ayuda de los ataques aéreos occidentales, los rebeldes tomaron la ciudad de Nawfaliyah y avanzaron hacia el oeste en dirección a Sirte, la localidad natal de Gaddafi y sede de una importante base militar, en la sexta semana de un levantamiento contra su gobierno de 41 años.

Los rebeldes dispararon morteros y armas pesadas en enfrentamientos esporádicos con las fuerzas leales a Gaddafi en el país productor de petróleo.

Más al oeste, los rebeldes y las fuerzas leales a Gaddafi afirmaron controlar partes de Misrata y los combates parecían persistir en la tercera mayor ciudad del país, muy disputada.

Los medios libios y árabes dijeron a última hora del lunes que las fuerzas de la coalición habían bombardeado el oeste y el sur de la capital, Trípoli.

La televisión estatal libia indicó que una fábrica de cuero fue atacada cuando "agresores coloniales y cruzados" bombardearon Surman, a unos 70 km al oeste de Trípoli.

"División". La reunión de Londres podría cree una comisión de manejo de alto nivel, donde habría presencia de países árabes, para proveer asesoramiento político a la respuesta internacional ante la crisis y coordinar el apoyo a los libios a largo plazo.

El Reino Unido ha invitado a Mahmoud Jebril, miembro del rebelde Consejo Nacional Libio, a Londres aunque no fue invitado formalmente a la conferencia, dijo una fuente diplomática.

Unos 40 gobiernos y organizaciones internacionales discutirán incrementar la ayuda humanitaria e instarán a un proceso político para permitir que los libios escojan su propio futuro.

En su discurso televisado, Obama dijo que la OTAN asumiría el control completo de las operaciones militares de manos de Estados Unidos este miércoles.

Obama prometió trabajar con sus aliados para acelerar la salida de Gaddafi del poder pero dijo que no usaría la fuerza para derrocarlo - como hizo su predecesor George W. Bush para derrocar a Saddam Hussein en la invasión de Irak en 2003.

"Para ser sincero, ya recorrimos ese camino en Irak", dijo Obama a un auditorio de militares en Washington. "Pero el cambio de régimen llevó ocho años, miles de vidas americanas e iraquíes, y casi un billón de dólares. No es algo que podamos permitirnos repetir en Libia", agregó.

Ampliar la misión militar en Libia para incluir un cambio de régimen sería un error, agregó Obama, y "si tratáramos de derrocar a Gaddafi por la fuerza, nuestra coalición se dividiría", lo que haría probable que tropas terrestres estadounidenses tengan que desplegarse en el norte de África.

El no especificó cuánto tiempo participarían las fuerzas estadounidenses y cómo saldrían del conflicto finalmente.

El reto de Obama es definir el propósito y alcance limitados de la misión de Washington en Libia a los estadounidenses, preocupados con la economía doméstica y recelosos de las costosas guerras en otros dos países musulmanes: Irak y Afganistán.

Ir más allá de los detalles de la resolución de Naciones Unidas que ordenó la intervención también corre el riesgo de perder el apoyo internacional y árabe.

Los bombardeos occidentales comenzaron el 19 de marzo, dos días después de que el Consejo de Seguridad de la ONU autorizara "todas las medidas necesarias" para proteger a los civiles de las fuerzas de Gaddafi.

Reconocimiento de Qatar. Mientras se incrementaba la actividad diplomática antes de la conferencia de Londres, Italia propuso un acuerdo que incluía un alto el fuego, el exilio para Gaddafi y el diálogo entre rebeldes y líderes tribales.

Los líderes rebeldes han descartado un compromiso con los seguidores de Gaddafi

"Hemos tenido una visión desde el principio y el principal ingrediente de esta visión es la caída del régimen de Gaddafi", dijo el portavoz Hafiz Ghoga a periodistas en el bastión rebelde de Bengasi, en el este de Libia.

Qatar se convirtió en el primer país árabe que reconoce a los rebeldes como únicos representantes legítimos del pueblo libio, en una decisión que puede presagiar iniciativas similares de otros estados del Golfo. La televisión estatal libia lo calificó de "interferencia patente".

Desde el inicio de los bombardeos occidentales, los rebeldes han avanzado por la costa desde su enclave de Bengasi en dirección a Trípoli, y han recuperado el control de las principales terminales petrolíferas del país de la OPEP.

Estados unidos dio luz verde para la venta de crudo libio de territorios bajo control rebelde, lo que da un potencial refuerzo a las fuerzas que luchan contra Gaddafi, indicando que no estarían sujetos a las sanciones estadounidenses.

Autores

Reuters