Al menos siete partidos de derecha, ultraderecha y conservadores se enfrentarán en medio de la dispersión del voto al Movimiento Al Socialismo (MAS) del ex presidente Evo Morales, que gobernó casi 14 años ininterrumpidos y logro concentrar un voto de al menos un 40%.
La Paz. El 3 de febrero es el plazo que establece el calendario electoral para la inscripción de candidaturas y se han trazado al menos ocho frentes políticos que perfilan sus binomios presidenciales y candidatos al Legislativo para las elecciones de mayo próximo en Bolivia.
Al menos siete partidos de derecha, ultraderecha y conservadores se enfrentarán en medio de la dispersión del voto al Movimiento Al Socialismo (MAS) del expresidente Evo Morales, que gobernó casi 14 años ininterrumpidos el país andino amazónico y logro concentrar un voto cautivo de al menos un 40%.
Los candidatos a la presidencia confirmados hasta la fecha son el ministro Luis Arce, del MAS; el expresidente (2003-2005) Carlos Mesa; la presidenta interina, Jeanine Áñez; el exmandatario (2001-2002) Jorge Tuto Quiroga y el cívico de Santa Cruz de la ultraderecha, Luis Fernando Camacho.
Además, el conservador Chi Hyun Chung; el gobernador de La Paz, Félix Patzi y Ruth Nina, del Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol), también presentaron sus candidaturas.
El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, informó que los partidos políticos y alianzas tienen plazo hasta este lunes a las 18:30 (22.30 GMT) para inscribir a sus candidatos a la presidencia, vicepresidencia, al Senado, Diputados y cargos supraestatales.
Las elecciones generales del domingo 20 elegirán al presidente, al vicepresidente y, además, a otras 350 autoridades del Órgano Legislativo, entre ellas a 36 senadores, a 130 diputados y a nueve representantes supraestatales; los últimos tres cargos tendrán sus respectivos suplentes.
El analista político Marcelo Arequipa, manifestó a Xinhua que la incertidumbre política en Bolivia es latente por la diversificación de pequeñas alianzas que aspiran ganarle al MAS y la confirmación del fracaso de la unidad de los opositores al partido de Morales.
Considera que todos los candidatos aspiran a llegar a la segunda vuelta para unir a todas las fracciones y vencer al MAS, que deberá demostrar su capacidad de convocatoria consiguiendo al menos el 40% del electorado.
Según el analista, la dispersión de candidatos ha dejado en la incertidumbre a los votantes, que aún siguen asimilando la crisis postelectoral de octubre y noviembre de 2019, y que ahora deben asumir un nuevo proceso electoral.
Los políticos que participaron el sábado de la reunión convocada por el Comité Pro Santa Cruz intercambiaron reproches, no lograron unirse en un solo bloque y dejaron para la posteridad un "acuerdo" de cinco puntos, entre los que prometen no hacer guerra sucia y sellar acuerdos para garantizar la gobernabilidad de las alianzas que logren tener representatividad en la Asamblea.
Arequipa considera que la aparición de varias candidaturas es parte de la democracia y se debe asimilar en esta perspectiva.
El analista político y docente universitario, Paul Coca, dijo a Xinhua que en las candidaturas se nota la falta de renovación partidaria y dispersión del voto opositor al MAS, tras la oficialización de las alianzas políticas.
"En el fondo lo que ve es una crisis del sistema político. Los partidos políticos no se han logrado reponer, no se han logrado estructurar y seguimos jugando a la dispersión y esa va a ser una de las características de este proceso electoral", manifestó.
Consideró que este panorama perfila una posible victoria del MAS en primera vuelta si este partido es capaz de revalidar una votación del 40%, pues con la fragmentación del voto de la oposición al MAS, los candidatos de la derecha conseguirían entre el 15% y 25% de preferencia electoral, lo que no serviría para una segunda vuelta.
El miembro del Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), Waldo Albarracín, criticó la falta de unidad de los candidatos contrarios al MAS.
Enfatizó que esos políticos están en un "concurso de ególatras" y demostraron que son "incapaces de concentrar alianzas para vencer al MAS".
El exrector lamentó que la cumbre política haya terminado en un "saludo a la bandera" y con una declaración "superficial", cuyo único objetivo es quedar bien con la ciudadanía y bajar la intensidad de las críticas.