"Uruguay, Argentina y Bolivia pasaron por grandes cambios políticos, no se sabe hasta cuándo Chile va a estar convulsionado, la situación es dramática", destaca el analista brasileño Diego Pautasso.
América Latina vivió un convulso 2019, donde las protestas sociales en varios países dejaron ver el agotamiento de un modelo económico, político y social, coincidieron en señalar analistas consultados por Xinhua.
"Estamos viendo una región convulsionada, combinación de algunos factores como el estancamiento económico con relación a otras regiones del mundo y una gran polarización política, entre el neoliberalismo y sectores progresistas", señaló el analista brasileño Diego Pautasso.
El profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Federal de Río Grande do Sul agregó que "ese escenario de profunda inestabilidad prácticamente hace inviable el retorno de un ciclo económico de larga duración consistente, lo que afectará a las inversiones".
"Uruguay, Argentina y Bolivia pasaron por grandes cambios políticos, no se sabe hasta cuándo Chile va a estar convulsionado, la situación es dramática", dijo. A decir de Pautasso, es posible que esa ola de convulsión llegue a otros países por el débil crecimiento económico.
En Chile, una protesta contra el aumento de las tarifas del transporte público detonó a mediados de octubre en violentas manifestaciones y en la posterior exigencia de más demandas sociales como aumento salarial, a pensiones y hasta en la conformación de una nueva constitución.
En Bolivia, presuntas irregularidades en los comicios del 20 de octubre derivaron en manifestaciones que llevaron al presidente Evo Morales a renunciar y salir del país.
En Ecuador, la eliminación de los subsidios a los combustibles causó el descontento de la población, sobre todo la indígena, que se manifestó por varias semanas durante octubre hasta revocar la medida.
En Colombia, un supuesto "paquetazo" de medidas económicas que llevaría a cabo el gobierno del presidente Iván Duque movilizó a los colombianos en noviembre a través de paros generales.
Para el doctor en Relaciones Internacionales Sérgio Veloso los problemas por los que atraviesa América Latina "tienen distintos motivos y cada uno se explica por las características propias de cada una de estas manifestaciones".
"No se puede entender lo que pasa en Chile y Bolivia sin intentar entender específicamente lo que está pasando en cada uno de estos lugares", añadió el brasileño.
El profesor en la Pontificia Universidad Católica (PUC) de Río de Janeiro explicó que "en Chile hay un desgaste del modelo neoliberal que solapó varias redes de garantías, de prestaciones sociales, se quitaron varios derechos de la población y esto, a la larga, acabó generando un desgaste entre la ciudadanía".
Y estas manifestaciones, a decir del politólogo colombiano Pedro Villamizar "no podrán ser tomadas a la ligera a partir de ahora por ningún gobierno de la región".
El analista político y académico de la Universidad de Chile y la Universidad Adolfo Ibáñez, Guillermo Holzmann, dijo que todo este descontento social deja "una sensación de una pérdida del sentido de integración de América Latina".
"En Latinoamérica ha habido un movimiento que mezcla un descontento popular", provocado por lo económico y lo político, donde se demostró que el "llamado modelo neoliberal no alcanzó el desarrollo ni el crecimiento económico" prometido.
Por su parte, el analista cubano Juan Angel Cordero Martínez dijo que "el 2019 deja una región en disputa, donde las correlaciones de fuerzas políticas hacia la derecha están marcando un mayor alineamiento de un conjunto de gobiernos de la región a las políticas norteamericanas".
El integrante del Centro de Investigaciones de Política Internacional, de Cuba, agregó que el nuevo "gobierno mexicano (a cargo del presidente Andrés Manuel López Obrador) es un respiro para el movimiento progresista y de izquierda en la región, al que se suma ahora el triunfo en Argentina de Alberto Fernández y Cristina Fernández".
En tanto, el economista, escritor y periodista colombiano Enrique Posada afirmó que vio a una América Latina "polarizada", en el que "la solución que exigen los manifestantes a sus gobiernos no llegará de la noche a la mañana".
"Es un problema estructural de un modelo económico que no funcionó, de un modelo llamado neoliberal que los presidentes ni siquiera vislumbraron, la desigualdad, la falta de equidad en todo el tejido social de América Latina, son problemas estructurales que ahora los manifestantes quieren resolver en cuestión de semanas", expuso.
Señaló que a pesar de los conflictos internos de cada país, ante el mundo la región latinoamericana se levanta como un lugar prometedor para el desarrollo.
"A pesar de todo, América Latina se presenta en el mundo como una de las regiones donde los índices de desarrollo y crecimiento son de los más destacables. (Se presenta) como promesa para la humanidad en las próximas décadas", afirmó.
