Para compensar el desequilibrio frente a EE.UU., Irán ha organizado respuestas "asimétricas": misiles balísticos, drones mortíferos y una red de aliados con milicias en Irak, Siria, el Líbano y Yemen, entre otros, con el objetivo de infligir daño al tiempo que evita el campo de batalla tradicional.
Dubái. La decisión de Irán de lanza 15 misiles contra bases que albergan soldados de Estados Unidos en Irak se produce tras años de preparativos para una confrontación directa de la república islámica con su archienemigo, cuyas fuerzas son mucho más numerosas y avanzadas.
El país del Golfo Pérsico tiene más de 500.000 militares en servicio activo, incluidos los 125.000 miembros de las Guardias Revolucionarias de elite, según un informe emitido el año pasado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos. Pero las sanciones y restricciones internacionales a las importaciones de armas han dificultado que Irán desarrolle o compre equipos más sofisticados.
Para compensar el desequilibrio, Irán ha organizado respuestas "asimétricas": misiles balísticos, drones mortíferos y una red de aliados con milicias en Irak, Siria, el Líbano y Yemen, entre otros, con el objetivo de infligir daño al tiempo que evita el campo de batalla tradicional.
"Desde una perspectiva militar convencional, serían completamente arrasados", dijo un excomandante militar británico que pidió no ser identificado debido a la delicadeza del asunto.
"Su Ejército convencional es muy, muy escaso, bastante viejo y desactualizado. Han gastado todo su dinero en capacidades de ataque asimétrico. En ese sentido, están muy bien preparados".
Hasta el miércoles, esta estrategia había impedido un conflicto directo con Estados Unidos pese a la escalada de las tensiones desde que Washington renunció a un acuerdo nuclear multilateral en 2018 y volvió a imponer sanciones al país.
Arabia Saudita, rival de Irán en la región, fue testigo en primera persona del daño que pueden causar los ataques con misiles y drones, al recibir el año pasado un ataque a sus instalaciones petroleras que redujo a la mitad la producción y suprimió el 5% de la oferta mundial de crudo. Riad y Washington culparon a Irán por el ataque, algo que Teherán negó.
Estrategias para compensar. Irán ha construido la mayor reserva de misiles balísticos en Oriente Medio. Algunos se basan en los diseños "Scud", más antiguos y muy utilizados, con un alcance de al menos 750 kilómetros. Otros, basados en el No Dong de Corea del Norte, pueden alcanzar hasta 2.000 kilómetros, llegando hasta Israel o el sudeste de Europa, según un informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos (DIA) del año pasado.
Las Guardias Revolucionarias cuentan con una flota de lanchas rápidas armadas con misiles y submarinos enanos que pueden desplegar contra buques militares estadounidenses o petroleros comerciales para interrumpir el flujo de petróleo en aguas del Golfo Pérsico, donde, según Washington, Teherán atacó a seis cargueros el año pasado.
"Si miras los barcos, tanques y aviones de combate, Irán parece muy débil. Pero si te fijas en los misiles antibuque, misiles balísticos, vehículos aéreos no tripulados y cosas así, entonces parece mucho más capaz", dijo Jeremy Binnie, editor de Oriente Medio y África para el Jane's Defense Weekly.
La flota de vehículos aéreos no tripulados (UAV) de Irán puede usarse para vigilancia o armarse con explosivos, según expertos militares.
"En el Golfo Pérsico, Irán no necesita tener grandes barcos, no le hacen falta fragatas y destructores. Las lanchas rápidas, las botes con cañones y misiles pueden hacer el trabajo", dijo Hossein Aryan, analista militar que sirvió 18 años en la marina de Irán antes y después de la Revolución Islámica de 1979.
El general Qassem Soleimani, cuya muerte en un ataque de Estados Unidos en Bagdad derivó el miércoles en la represalia iraní, era el jefe de la Fuerza Quds de las Guardias Revolucionarias. El grupo ha realizado operaciones clandestinas fuera de Irán, trabajando en estrecha colaboración con fuerzas militares y milicias aliadas en Irak, Siria y el Líbano.
Los líderes de Irán han prometido represalias contundentes por la muerte de Soleimani, un héroe nacional para muchos iraníes, aunque los gobiernos occidentales lo consideraban una figura peligrosa.
Fue enterrado en Irán el martes después de que decenas de miles de personas lo lloraran en una ceremonia dirigida por el líder supremo de Irán.
Funcionarios estadounidenses han afirmado que Soleimani fue asesinado debido a reportes de los servicios de inteligencia sobre posibles ataques a objetivos de Washington en la región organizados por fuerzas dirigidas por el comandante, aunque no han aportado pruebas.
Los demócratas en el Congreso de Estados Unidos y algunos de los candidatos en las primarias del partido advirtieron sobre el riesgo de intensificación de un conflicto que podría desencadenar una guerra a escala mayor en Oriente Medio.
El grupo libanés Hezbolá, junto con un puñado de las milicias iraquíes estrechamente aliadas con Irán, ya se ha comprometido a vengarse de las fuerzas estadounidenses por la muerte de Soleimani.
Más de 5.000 soldados estadounidenses están en Irak junto con otras fuerzas extranjeras como parte de una coalición que ha entrenado y apoyado a las fuerzas de seguridad iraquíes contra la amenaza de los combatientes de Estado Islámico.
El Ejército estadounidense también tiene soldados en bases de Kuwait, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Qatar, que alberga la base aérea Al-Udeid, la instalación militar estadounidense más grande de la región. Baréin aloja la Quinta Flota de la Armada de Estados Unidos.